XXIII

17.8K 2.9K 3.5K
                                    


«HYUNJIN»

No iba a mentir, el día en el que Felix se fue del baño tras decirle por impulso que me gustaba, fue el peor día de mí vida. Sabía que el solo había ido al baño a ser mí soporte, lo había sido toda mí vida aquí en el pueblo y quizás por esa razón llegué a sentir más que una amistad por el, pero la verdad era que me destrozaba más cada vez que lo hacía. Había caído en la cuenta, esa noche, que para Felix no era lo que el quería ni el lo que yo necesitaba. Yo no era Ophelia, no era una mujer y el jamás podría querer a un hombre. Y el no era ese soporte que creí tener, pues aparecía solo cuando la oscuridad hacía presencia y realmente no sabía si eso podría considerarse amor si el resto de los días me ignoraba.

Quizás Felix tenía miedo, talvez yo era un impulsivo. Quizás fui muy brusco o talvez simplemente me deje llevar por el enojo que sentía hacía mí mismo. Cualquiera fuese el caso, Felix me había dejado en completo silencio una vez más. Lo vi en su mirada, vi el miedo hacer presencia y supe que esa era mí última oportunidad. La había desperdiciado diciéndole que lo amaba y ahora, con las rodillas al pecho en aquel descuidado baño, me dí cuenta que fue un error.

Felix y yo jamás volveríamos a correr juntos en una pradera con el cabello volando en todas las direcciones, incluso si el me había prometido cruzar campos enteros por mí. No volveríamos a tirarnos en el césped a contar las estrellas, pues, no todas las noches salen a brillar los mismo puntitos blancos en el cielo. No volveríamos a tomarnos las manos accidentalmente, porque ahora tendría que llevar a Felix en el cajón de los recuerdos, no en mí mano.

Lo habíamos perdido todo por un beso, un corazón que latía solo sin armonía y un pensamiento cerrado que no fue capaz de cambiar ni siquiera por mí.

Y estaba bien, eso era lo que tanto temía y ya había pasado, ya había terminado. Ahora solo quedaba arreglar el desastre que dejó en su huida y protejer mí inestable corazón que en un mundo lleno de agujas, podría romperse fácilmente. Estaba destinado a fracasar en el amor, pero no importaba, porque en alguna parte del mundo, alguien la podría estar pasando peor. ¿No?

Me dejé caer en el suelo, debí estar ahí unos diez minutos desde que Felix se fue. La noche había caído como una bomba de humo y sabía que mis padres ni siquiera se habían preocupado por eso. La obra había continuado igual, yo solo era una pieza insegura que todos sabían que no encajaría.

En el pasillo de afuera retumbaron unos pasos, por unos segundos tuve la esperanza de ver a Felix por última vez, pero todas esas escenas ficticias de el entrando al baño arrepentido, se desvanecieron cuando Changbin, el mismo chico que no veía desde la feria, entraba al baño con total despreocupación.

Parecía ensimismado en sus pensamientos, pues apenas entró fue directo a mirarse a un espejo, sin notar mí presencia. Deseé con todo mí corazón que no pudiera verme, pero no lo deseé tan fuerte porque apenas se giró para encarar los baños, su mirada se colocó encima de la mía en cuestión de segundos.

—¿Hyunjin? —Preguntó de golpe, acercándose a mí con preocupación. Quería que la tierra me tragara en esos momentos y me escupiera en un mundo totalmente vacío.—¿Hyunjin, que pasó?

No pude articular palabra alguna, me límite a negar con la cabeza y a tratar de sonreír, pero claramente no lo compré, pues Changbin tomó asiento a mí lado y me miró de costado con los ojos inyectados en pena y sorpresa.

—Esta bien, me quedaré aquí hasta que te sientas mejor. —Aseguró, apoyando su espalda en la pared y estirando sus dos piernas rodeadas de un jean negro ajustado.

Con amor, un Homofobico - [Hyunlix] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora