Los días de la semana pasaron más rápidos que de costumbre, o es que, de pronto, el tiempo no me parecía algo tan fundamental en mí vida. Mis días eran una rutina que jamás pensé que debería seguir estrictamente. Me despertaba, iba a la escuela, me aseguraba de pasar desapercibido y ocuparme lo suficiente para no tener tiempo de pensar en nada. Volvía a casa, incluso cuando los chicos me invitaban al río, y luego me acostaba en mí cama evitando entablar conversaciones con otras personas.
Podría admitir entre estos textos el hecho de que me hacía falta Hyunjin y ni siquiera me había dado cuenta hasta hoy. Supongo que uno se acostumbra a la larga a estar rodeado de ciertas personas con sus respectivas personalidades y auras, que perderlas, te deja una sensación de pesadez y vacío impresionante. Me aseguré de plasmar esto es mí diario, si, dije que no lo sacaría del armario pero, necesitaba hablar con alguien. Quería dejar en claro como me sentía y lo duro que estaba siendo vivir en una constante gama de marrones y negros.
Nunca pensé que le daría la razón a ese pelinegro cuando me decía que era un ser aburrido y poco apreciador de la vida. Pero acá estoy, divagando en mí mente mientras veo con atención las hojas de mí diario y pienso en que si, lo necesitaba. Necesitaba que me empujara al agua porque no era capaz de lanzarme solo, necesitaba que me dijera "Ven aquí" para poder tirarme al pasto sin pensar en las consecuencias. Necesitaba que me dijera "Mira el cielo" para ser capaz de apreciar el sol y la luna, necesitaba que me abrazara fuertemente para saber que no estaba solo, que lo tenía a el a mí lado.
Pero lo alejé, fue mí culpa y ahora debo aceptarlo.
La puerta de mí habitación sonó, me dí la vuelta en la silla, escondiendo el diario debajo de mis piernas y mirando como mí madre entraba suavemente a la habitación.
La miré con una sonrisa, la mejor que conseguí en ese momento, ella me la devolvió encantada. Se veía hasta feliz y eso era lo único que me importaba.-Felix, me llegó la invitación a la obra. No sabía que actuarías. -Aseguró, mirándome con cierta sorpresa. Negué suavemente, bajando la mirada y dirigiendola desde el suelo al piano de la habitación.
-Seré parte de la música. Por eso no me pareció tan importante contarlo. -Admití, jugando con mis manos en mis piernas. Mí madre sonrió el doble.
-Me iré a preparar porque actúes o no, se que serás un pequeño grano de arena en esa producción hermosa y yo no puedo estar más orgullosa de ti. -Sonrió, haciendo que mí corazón de un vuelco.-¿Por qué no usas el traje que te regalaron los tíos en navidad? Quedarás increíble.
Se acercó a mí rostro, alejando el cabello de mí frente y depositando un suave beso ahí. Le sonreí hasta que salió de la habitación y pude sacar el diario de su escondite. Me giré en mí silla, viendo las ventanas cerradas y las cortinas que no se abrían desde hacía un tiempo. Ya estaba demasiado fría la habitación, pero no me importaba.
Relamí mis labios, había pasado toda la semana practicando pero realmente no me había emocionado la obra hasta que mí madre dijo que la pondría orgullosa. Ella era lo único importante que le quedaba a mi desmoronada vida, la haría feliz hasta que mí corazón dejará de latir. Lo juraba.
Me dirigí al armario, buscando entre las bolsas viejas el perfecto, perfumado y doblado traje negro. Lo miré desde abajo hasta arriba, no era mí estilo y podía oír en mí cabeza las burlas de mis amigos, pero como últimamente ni siquiera podía oírlos con claridad, me lo coloqué.
Me miré al espejo, mínimo, diez minutos. No me movía, solo estaba ahí, haciendo presencia y existiendo. Me miré de costado y de frente, no parecía un adolescente, porque efectivamente ya no lo era.
Y justo cuando me iba a acomodar el moño, la imagen de mí en un altar con una mujer vestida de blanco apareció en mí cabeza, obligandome a dar unos pasos atrás por el revelamiento de golpe. Por alguna razón, me asustó imaginarme así, podía decir que incluso me había comenzado a doler el pecho. Como si ese no fuera mí destino o lo que mí corazón quería.
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Con amor, un Homofobico - [Hyunlix] [✓]
FanfictionFelix y Hyunjin crecieron juntos, su amistad abarcaba fronteras enteras y su supuesta rivalidad en todos los temas de la vida, los llevaron a tomar las diferencias como una necesidad del polo opuesto. Pero eran tan solo unos niños conociendo el mun...