En cuanto Ophelia se fue de la casa, el silencio volvió a reinar el lugar y mis pensamientos me comían internamente. Había muchas cosas en mí cabeza y estaba sintiendo demasiadas otras en el pecho.
Me dejé caer sin piedad en el sillón donde había estado con Ophelia y me congelé en mí lugar mirando el blanco techo. Me había besado, ni siquiera había pasado una semana y me había besado. ¿Eso es normal en las relaciones? Realmente era la primera y me sorprendía lo rápido que había ocurrido todo. Aún así, se sentía demasiado irreal.
Había pasado toda mí secundaria deseando ser la persona que era ahora. Sabía que empezar a salir con Ophelia era un sueño y no podía sentirse mejor ese momento al saber que no había sido yo el que dió el primer paso. Era raro, por supuesto, me habían dejado en claro muchas veces que es el hombre en acercarse primero. Pero ella, como dije anteriormente, era distinta.
Así que, en cuanto mis pensamientos me causaron mariposas en el estómago, me levanté rápidamente del sillón para ir a mí habitación y buscar el diario en el escritorio. Y así fue, tomé el lápiz y comencé a plasmar en sus blancas hojas, los miles de sentimientos que tenía en ese momento.
"Hola, te preguntarás, ¿Porque estoy aquí hoy?
Simple, tuve mí primer beso con Ophelia.
Y lo mejor fue que se sintió como lo esperaba. Mágico y único. Estoy muy seguro de que ella es la mujer de mí vida y se que es recíproco, así que, ¿Que mejor que eso?
En fin, necesitaba dejar la evidencia de que eso sucedió en algún lado, así que dejo entre las hojas mí emoción. Ophelia, me casaré contigo, estoy seguro.Con amor..."
En cuanto iba a escribir la palabra "Pecas", Hyunjin se me vino a la mente. Su siesta en la escuela era normal, pero sabía que era por su falta de sueño, además, su huida de su casa esa misma tarde no se había sentido como si estuviera del todo bien. Tenía que intervenir, el había estado siempre para mí y yo no podía dejarlo solo.
Dejé el lápiz en el lapicero y bajé las escaleras de mí casa rápidamente, tomé el primer abrigo y un pequeño gorro que descansaba en el perchero. El aire de la tarde se había disminuido en temperatura y un viento considerable se había levantado. El clima iba de acuerdo a lo que estaba por hacer.
Crucé la calle de tierra que separaba mí casa con la del pelinegro y me acerqué a la ventana del mismo, apoyando mis manos en el vidrio para ver el interior de esta. Estaba oscuro, no había ninguna luz encendida y su cama desorganizada era la única protagonista de aquella habitación abandonada. Hyunjin seguía afuera y el día se estaba escondiendo.
Fruncí el ceño, por ahí estaba en alguna parte de la casa pero, ¿Valía la pena avisarle a sus padres que el había escapado solo para asegurarme que no estaba ahí afuera? Por supuesto que valía la pena, era HyunJin. Pero no quería delatarlo en caso de que estuviera aún afuera, así que miré atrás, mí madre llegaría en unas horas más y me alcanzaba perfecto para buscar al pelinegro.
Me acomodé mejor el abrigo y comencé a correr hacia el mismo lugar a donde había ido Hyunjin. Salté las vallas que había de por medio, las flores blancas estaban intactas, Hyunjin ni siquiera se había detenido a recogerlas como solía hacer. Una presión en mí pecho se hizo presente y continúe corriendo hasta llegar al Arce que descansaba ya en la punta de la colina.
Me detuve unos segundos para apoyar mis manos en mis rodillas y buscar el aire que le faltaba a mis pulmones. Mientras, heche una mirada rápida alrededor. Repasé los arbustos, el césped y el árbol. Hyunjin no había dejado rastros y quizás me había equivocado y ya había vuelto a su casa.
Me dí media vuelta, sabiendo que si no estaba ahí, entonces solo estaba en alguna otra parte de su casa. Pero no pude dar más de dos pasos cuando un pequeño sollozo se hizo oír entre tanto silencio y viento. Me congelé en mí lugar, hacía muchos años que no oía ese sonido y mí corazón había dado un vuelco. ¿Hyunjin?
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Con amor, un Homofobico - [Hyunlix] [✓]
FanfictionFelix y Hyunjin crecieron juntos, su amistad abarcaba fronteras enteras y su supuesta rivalidad en todos los temas de la vida, los llevaron a tomar las diferencias como una necesidad del polo opuesto. Pero eran tan solo unos niños conociendo el mun...