29. Zach no está celoso

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-Zach – una suave voz llamó al del pelo castaño, pero él se hizo el sordo mientras cruzaba a grandes zancadas los pasillos de la universidad. – Zach, ¿me puedes decir que te pasa?

Llevaba todo el día intentando hablar con su amigo, pero era imposible. La ignoraba o solo la miraba serio antes de volver a sus tareas. Y estaba ya harta de la situación.

El mayor se giró y la castaña tuvo que frenar en seco, quedando a centímetros de su compañero. Levantó su rostro y pudo hacerle cara. Estaba serio, nunca lo había visto así desde el primer día que lo conoció. Su mandíbula estaba apretada, pero sus mejillas estaban ligeramente infladas haciendo que luciera adorable. Ana pensó que, si no fuera por la situación, se reiría un poco de su cara.

- ¿Es en serio? – contestó en voz baja, pero por su tono pudo notar que se contenía como podía. Zach miró los ojos miel de Ana por un momento y tragó saliva. - ¿Has hecho tutoría con Jonah y soy el último en enterarme?

Ella abrió los ojos con sorpresa, ¿era eso lo que le preocupaba? Frunció el ceño con molestia mientras sostenía con un poco más de fuerza sus libros.

-Nadie lo sabía. ¿Te lo ha dicho? – dijo dubitativa y el chasqueó la lengua.

- Jonah no me habla, Ana. ¿Cómo me lo va a contar? – ella se encogió de hombros mientras él cerraba los ojos. – Era una tutoría, ¿verdad?

La castaña enarcó las cejas y sintió que le estaba haciendo una broma de mal gusto. ¿Qué iba a ser si no? Era una pregunta estúpida.

La única relación que tenía con Jonah era por su conexión con los otros y las tutorías. Era cierto que, en cierta parte, le estaba empezando a caer bien el chico de ojos verdes. Pero eso era algo más formal que íntimo.

De todas formas, el chico solo la había hecho rabiar, insultar a un desconocido como a él, y quizás sentía que Jonah, aunque no la comprendiese del todo, lo hacía en cierta parte. Sin embargo, nada más que eso. La realidad es que, si pudiese apartarlo del medio y tener más tiempo para estudiar, lo haría.

Pero Jonah la buscaría entre las piedras para que le explicara el temario. Y no es plan de esconderse de alguien como ese tarado.

- ¿Qué va a ser si no? – Zach solo la miró con intensidad, y ella sonrió de manera sarcástica. - ¿Qué estás pensando?

- Te lleva a lugares donde ha estado con sus anteriores parejas. – ella rodó los ojos. – Intenta llevarte en su moto cada vez que puede...

- Zach, exageras. – cortó ella de pronto y él se calló. – Me importa bien poco lo que haga Jonah y lo que deje de hacer. Si yo digo que no, es que no.

- Intenta alejarme de ti, Ana. – suspira con frustración y empieza a andar a la clase. El pelo de Ana empieza a moverse conforme ella lo sigue. - ¿Es que no lo entiendes?

- ¿Todo es por eso? – exclamó y le agarró del brazo. Se puso en frente de él y Zach giró su rostro con inseguridad. Algo dentro de ella le dijo que estaba... - No estarás celoso... ¿Verdad?

La castaña se quiso dar una guantada mental cuando vio que Zach no respondía. Sin embargo, le quería pegar más a él que a otra cosa. ¿Cómo se le ocurría? Un color rosado empezó a surcar sus mejillas en cuanto pensó que quizás Zach podía estar malinterpretando las cosas. Su amigo suspiró con tristeza y la miró a los ojos.

-Ana, eres una amiga importante para mí. – comenzó con lentitud. – Sé cómo es Jonah. Quizás no lo haya sido contigo, pero le gusta mucho... no sé, coquetear, ligar, como quieras llamarlo. Y me jode el simple hecho de que intente alejarme de ti. Porque por ahí si no paso.

Silence {Corbyn Besson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora