Silence {Corbyn Besson}

8.Míralo

8. Míralo.

28 septiembre de 2018

Ángela decidió apartar la mirada de aquel chico y escuchar a sus amigas que estaban elogiando la casa de Daniel. Zach les invitó a entrar y ellas aceptaron con gusto. Sin embargo, cuando ellas apenas entraron y pasaron unos segundos, se excusó el chico diciendo que tenía que hablar con alguien urgentemente. Las dejó ahí, sin saber que hacer o a donde ir. Ana sugirió que buscasen un par de asientos libres o un lugar donde no hubiese mucha gente. El lugar todavía no estaba completamente lleno, pero si había una cosa que les sofocase a Ana y a Ángela, eran los espacios abarrotados de gente. La única diferencia entre ellas, es que Ana le gustaba más las fiestas que a Ángela.

Se fueron a un lugar cerca del gran ventanal que separaba la gran sala de estar con un precioso patio que se podía ver aunque estuviese oscureciendo. Lisa dijo de ir a por las bebidas y se marchó entre la multitud de gente. Ana se acercó a la mayor más.

-¿Has visto como Corbyn te miraba? – Habló y ella frunció el ceño – me di cuenta, pero disimulé un poco.

- Si, si lo vi. Y me da igual cómo me mirase, no somos amigos para preocuparme – la otra rió como si le hubieran dicho un chiste.

- ¿Por eso te quedaste mirándolo tú también? – la morena de piel rodó los ojos y la otra rió más fuerte. – A mi no me pues engañar, cariño.

- Ana, el plan no ha funcionado, básicamente apenas empezó porque yo desobedecí los pasos. ¿Sabes por qué? Porque no tengo ganas de encararlo, sinceramente me cansé de esto. Me duele verlo. ¿Podrías dejar ese tema en el olvido? Si él no ha pasado página no es mi problema – la otra la miró seria.

- Tú tampoco has pasado página, es decir, te molesta. Te molesta saber de qué él se quiere acercar a ti, después de lo que hizo.

-Eso no es...

- Hola chicas.

Ángela giró para ver quien había saludado y si era a ellas, y efectivamente, así era. Jonah estaba parado en frente de las dos amigas con una bebida en la mano. Su pelo estaba ligeramente alborotado, sus ojos resaltaban con su camisa floreada y sus jeans largos hacían juego con sus demás prendas.

-Yo te he visto a ti antes – dijo Ana, pensativa. - ¿No eras el que trajo a mi amiga a la recepción para poder darle su archivador?

Ángela, al recordar ese día se tensó y miró a Jonah con recelo.

-¿Qué quieres? – preguntó áspera.

-Sí, soy yo ese chico. Encantado, soy Jonah. – Ana hizo una mueca por la pregunta tosca de su amiga.

- Yo soy An...

- No le digas nada, cuanto menos sepa, mejor. – Jonah alzó las cejas, divertido.

-Ui, que fiera, ¿no? – eso hizo molestar más a la chica.

- Si... te puedes ir, mejor. – en eso llega el anfitrión de ojos azules y sonríe al vernos.

- Hola Ángela, ¿cómo os la estáis pasando? – la mencionada miró a Jonah, que estaba mirando la escena un poco confundido. Ella sonrió.

-Muy bien, gracias por invitarnos.

- ¿De qué os conocéis? – preguntó el moreno y Daniel sonríe.

- Por un archivador – Daniel se encogió de hombros – es una historia divertida.

Ana sonríe.

-¿Se le olvidó el archivador de nuevo? Ángela hay que ir al médico para tratar tu amnesia – bromeó y los dos chicos se rieron.