19. Tutora

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19. Tutora

2 años atrás

¨Corbyn se sentó al lado de Ángela, quien estaba en el sofá con la cara tapada. Había ido a casa del rubio sin haber avisado antes. Había tenido una importante pelea con sus padres y no sentía en condiciones de seguir en su 'hogar'. Miró a la morena sin decir nada y poco a poco la abrazó, sin prisas. Titubeante, pasó sus brazos alrededor de esta, acogiéndola. Ángela no pudo más y se abalanzó a él, enrollando sus brazos en su cuello y posando su mentón en su hombro. Empezó a llorar desconsolada, y el rubio se puso alerta.

La separó de él, con delicadeza, y le limpió las lágrimas de su rostro. Sus ojos azules buscaban la conexión con los marrones con una intensidad casi asfixiante. Sus labios estaban presionados en una ligera línea y su mandíbula estaba apretada, haciendo que en su cuello estuviese también tensionado. Ella, hipando, lo miró. Estaban cerca, muy cerca. Pero a ninguno le daba igual, no se sentían mal.

-Mírame y escúchame bien, Ángela – ella no dijo nada. Solo observó como Corbyn mantenía su vista fija en su rostro y algo pasó en su cabeza. – Nadie, por favor, que nadie te haga llorar así.

-Pero...

-Piensa en esto: pronto nos iremos, quedan menos años. Cojamos una carrera que se tenga que hacer lejos. O busquemos alguna donde se puedan hacer en otro lugar. Te sacaré de esto.

Sus labios se movían lentamente, y parecía que estaba susurrando en vez de hablando. Ángela no podía apartar su mirada de su boca y cuando se dio cuenta su rostro se ruborizó. Sin embargo, Corbyn no la dejó moverse. Los ojos del rubio bajaron a sus labios. Se quedaron así, sintiendo como sus corazones, por primera vez, sentían algo inexplicable que no sabían controlar. Ángela sintió como su corazón empezó a bombear de más y por cada segundo que pasaba su instinto le gritaba algo que era imposible.

Sabían que estaban cerca, sabían que...querían eso. Pero ella estaba insegura, y si...

El suspiró y la atrajo hacia él, apoyó su cabeza en el hombro de la chica y sintió como la apretaba hacia a él de una forma inhumana. Como si quisiera decirle tanto, pero a la vez no quisiese, como si tuviese miedo de todo lo que le rodeaba también. La morena se quedó ahí, sintiendo como las emociones pasaban poco a poco, recobrando el sentido de la cordura. Sin pensarlo mucho, acarició su pelo rubio. Era suave, muy suave.

-Te sacaré de eso, Ángela, te lo prometo. ¨

Desde ese día, las cosas para ella se volvieron raras. Nunca se lo dijo, nunca lo demostró, pero sentía algo que no era normal. Siempre se excusó, diciendo que solo era el momento, que estaba vulnerable y necesitaba amor, cariño de otra persona. Que, si hubieran sido sus amigas, también le hubiera ocurrido lo mismo. Pero en su recuerdo, esos sentimientos siempre la dejaron confundida. Tanto por las palabras que él dijo como las acciones que ocurrieron.

Corbyn a partir de ese encuentro buscó carreras, buscó sitios a donde ir después del bachillerato. Ángela nunca le decía nada, pero internamente estaba muy agradecida de que el rubio la ayudase en eso. Él era así con ella: dedicado, suave, juguetón, amable. Quizás por eso le dolió tanto que se fuese, que le dijese esas cosas, cuando sabía perfectamente que él había sido quien la iba a sacar del hoyo en el que estaba metida.

12 noviembre, 2018.

Ángela estaba en clase, junto a Corbyn, como todos los días. Estaba más distraída de la cuenta y no sabía exactamente por qué. El viernes la había dejado pensando en muchas cosas. Sobre todo...cuando recordó ese día. Esos recuerdos se quedaron atrás en el momento en el que Corbyn dejó de ser su amigo. Sin embargo, ahora estaban volviendo uno a uno. Y eso no era bueno para su salud mental. Y menos cuando sabía que todavía había una espinita clavada en su corazón que tenía su nombre y apellidos.

Silence {Corbyn Besson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora