Él ocultó sus sentimientos, pensando que algún día ella se daría cuenta.
Él la amó tanto que sufría cada vez más.
Al final, él se alejó de Ángela. Dejando las canciones que escribió atrás. Dejando sus emociones y sus recuerdos.
Dejando todo para seg...
Ángela entró por primera vez a la universidad con nervios, todos los estudiantes andaban tranquilamente, o eso hacía parecer. Pero la morena no podía dar ni un paso. Estaba embobada, paralizada. Su primer año de universidad había comenzado. Estaba tan ansiosa pero a la vez tenía miedo. Magisterio bilingüe siempre había sido su carrera favorita, y a hora que estaba en ella, tenía miedo de arruinar todo el esfuerzo de años. Empezó a caminar nuevamente, con pasos lentos, intentando mantener la compostura.
Lisa no estaba con ella, pues su amiga iba a ciencias, a la carrera de medicina. Aun así, no se sentía sola, pues acudía a la misma universidad y al mismo apartamento.
Miró en su horario el número de la clase que tenía esa hora. 41. Aceleró el paso.
Ángela se había mudado de provincia con Lisa, el motivo es que en su cuidad no había ese tipo de carreras, por lo cual tenía que buscarse la vida, estar sin sus padres, y buscar un pequeño trabajo para costearse la parte del alquiler y la comida. No le gustaba la idea. ¿Y a quién sí? de todas maneras, Ángela sabia a la perfección que el día de su independencia llegaría. Pero a pesar de todas esas ilusiones que se había hecho durante su vida, estas se esfumaron en cuanto vio como tenía que costearse una vivienda, a pesar de que sus padres les pagaba una pequeña parte.
Tampoco pensó en que vivir con tres de sus mejores sería un incordio para concentrarse y pensar con claridad. Ya llevaban una semana ahí y era un tremendo caos. Gritos y discusiones molestaban a los vecinos, pero claramente salían las más responsables de estas cuatro a disculparse, para después soltar la reprimenda del siglo, cuando internamente sabían que ellas también habían tenido la culpa.
Sin querer, en chocó con una persona del pasillo. Al levantar el rostro se encontró a un par de ojos azules viéndola con sorpresa, casi incrédulo. La morena no lo reconocía en absoluto. El chico alto, de pelo castaño, ojos exóticos y piel pálida la observaban como si hubiese visto un fantasma. Ella frunció el ceño, pero no dijo nada. Cuando iba a tomar de nuevo el rumbo a su clase, el habló.
-Lo siento – dijo casi gritando, ella se giró y sonrió falsamente.
- No pasa nada – contestó restándole importancia y se alejó de allí.
Era un acontecimiento extraño, tan extraño que ella al pensar en lo ocurrido segundos atrás no pareció percatarse que se le había caído el archivador que llevaba en los brazos, que a su vez estos también sostenían otros libros. Por eso no lo notó.
Llegó a su clase después de un largo trayecto. Era amplia, se podía decir, y a su vez era monótona, no tenía ese toque especial que le ponían las películas. Suspiró por última vez y se sentó en al lado de una gran ventanal, cerca de la mesa del profesor. Había llegado temprano y faltaban quince minutos para que comenzasen las clases. Tomó su teléfono para revisar algunos mensajes, pero a los pocos segundos lo guardó al oír pasos en la sala.
Al ver a quien era, quiso echarlo a patadas del lugar, y después irse ella a otra parte.
Corbyn Besson era el típico chico popular pero a la vez mantenido en las sombras. Se notaba que desprendía amabilidad y honradez a donde quiera que pasara. Era un chico de oro y la mayoría de la gente (porque es imposible caerle bien a todo el mundo) hablaba bien de él. Pero él nunca se hacía notar, era como si no le gustase, aunque Ángela creía asegurar que el chico solo lo hacía para llamar más la atención, pues el misterio o la dulzura de un hombre que es humilde y no quiere destacar atraen a las chicas más que cualquier otro popular.
No hacía falta decir que ella lo odiaba, no con todo el fondo de su ser, pues la ignorancia era mayor que el sentimiento de repulsión hacia él.
Y, aunque tuvo un lindo pasado llego de rosas y momentos increíbles a su lado, sabían amargos al recordar como terminó esa bonita amistad: lleno de desprecios, insultos y tristes verdades. Todavía lo recuerda, fría, dolorosamente. ¿Tan harto estaba de ella que no pudo alejarse y ya? ¿Tuvo que decir todas esas horrendas palabras solo para decirle que no quería ser su amigo más? En el fondo, agradecía que hubiera acabado así, mostrándose como era de déspota y arrogante el chico que parecía un inocente adolescente de dieciocho años.
-Hola – dijo el rubio amablemente, Ángela sabía perfectamente que se lo decía a ella, puesto que no había nadie más en el aula. Ella frunció el ceño intentando no parecer sorprendida por su actitud - ¿me puedo sentar aquí?
- Ehhh, no – dijo la morena a regañadientes. Una de las cualidades de la chica era ser borde e hiriente cuando se lo proponía. Era transparente y sincera.
Pero algunas veces la sinceridad es mucho peor que las mentiras – dijo en su mente.
Él ni siquiera la escuchó y se sentó al lado de esta, dejando su mochila detrás del asiento y observando lo que había detrás de la ventana.
-Hace un hermoso día, ¿no te parece? – Ella lo miró mal.
- ¿Qué quieres, Besson? – dijo cortante, pues no quería lidiar con el rubio y menos tener una conversación con él.
- Podemos hacernos compañía mientras conocemos a gente nueva – ella miró como otros estudiantes entraban observando todo a su alrededor, y sentándose en los asientos que le apetecían. – De todas formas, ya nos conocemos.
Ella suspiró y lo miró. Sus ojos azules observaban cada movimiento que hacía la chica y por si fuera poco eso le enfurecía más.
¿Está bromeando?
Cogió su mochila y sus libros, se puso de pie, Corbyn por inercia también imitó su acción.
-No, Besson, nunca nos conocimos – y se fue de allí con ganas de insultarlo, decirle que no tenía derecho a decir nada cuando había sido cruel con ella tiempo atrás. Tenía ganas de golpearlo, de descargar su estrés contra él. ¿Pero de que servía?
Si a él no le importaba en absoluto lo que sintiese ella. Y ella no se merecía un dolor de cabeza.
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HOLAAA, aquí os dejo un nuevo capítulo, en verdad me encantó.
¿Que os pareció?
Gracias por leer <3
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