16. Miradas

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19 de octubre de 2018

Era un viernes y parecía que fuese lunes, todo el mundo estaba serio por los pasillos, y lo pocos que sonreían, tenían en sus manos apuntes de distintas materias. Se notaba muchísimo que pronto sería época de exámenes y todos ya se estaban preparando. Ángela pasó desapercibida como siempre, llevaba unos vaqueros azul oscuro y una sudadera blanca. Su pelo estaba recogido por una coleta mal hecha y se había aplicado una ligera base para ocultar algunas imperfecciones de su rostro. Tenía los auriculares puestos, la canción de ¨7 Rings¨ resonaba en su cabeza. Tenía unas ganas terribles de andar estilo Ariana por el pasillo de la universidad, pero se contuvo.

No quería que la mirasen extraño.

Lisa se despidió de ella en la entrada, pues le tocaba clase en la otra punta del edificio. Y Ana estaba como siempre, estudiando por las tardes encerrada en su cuarto, sin prisa, pero sin descanso. La morena no había empezado todavía, pero de lo que estaba segura es que en esa misma tarde iba a empezar, no podía permitirse tomarse unos días libres.

Sofía parecía que iba bien también, sin embargo, le estaba costando adaptarse a los profesores y a sus nuevos compañeros. Por lo menos tenía a sus amigas a su lado.

Cuando llegó a su clase, se encontró con que Corbyn ya estaba sentado en su sitio de siempre mirando por la ventana. Intentó reprimir una sonrisa al ver como su pelo estaba despeinado y al verle la cara vio que tenía ojeras. Parecía tener sueño, pues estaba apoyado en su mano con los ojos entreabiertos. Ella se acercó con sigilo, poco a poco, y cuando estuvo a centímetros de él, lo asustó.

El pegó un brinco y se giró inmediatamente para observar como su compañera se partía de risa con su hazaña. Él, aprovechando eso, se acercó y empezó a hacerle cosquillas y la morena se retorció.

- ¿Qué haces? – le recriminó ella, alejándose del rubio, que ahora sonreía vencedor.

- Pues tomando venganza – dijo sonriente, puesto que era obvio. Ella suspiró y dejó sus cosas al lado de él. Hacía una buena mañana, no había apenas nubes y el sol estaba empezando a salir con todo su esplendor. Si, hacía una buena mañana.

Si no fuera porque tenía que estudiar.

-Oye, tienes ojeras – el dejó de ver la ventana y la observó por unos instantes.

- ¿No me digas? No me había dado cuenta – comentó con ironía y rodó los ojos. Ella le dio un golpe en el hombro.

-Ya no te hablo, borde – él se acomodó en su asiento mientras ella sacaba su estuche y sus apuntes.

-Se me olvidó que había deberes y los hice por la noche. No pensé que fuesen tan largos – Ángela intentó no reír, pero no aguantó y una carcajada llamó la atención de sus compañeros. Él la miró mal – Yo seré borde, pero tú eres malvada.

La morena ignoró ese comentario y sonrió.

-Es que eres tonto – él se hizo el ofendido – lo digo enserio, yo me tiré toda la tarde haciéndolos, no le veía fin.

- ¿A que sí? Dios, es de lo peor – se quejó el de ojos azules, hizo un puchero y la morena suspiró.

-Podrías habérmelo pedido esta mañana y punto, es que de verdad – Él la miró sorprendido. ¿Por qué había dicho eso? Algunas veces odiaba pensar que nada había cambiado entre ellos, a pesar del daño y de los años. Odiaba que su corazón y su memoria le jugasen malas pasadas. Supuestamente tendría que pasar de él, como había hecho todo ese año, pero, ¿por qué no podía? Se sentía bien al lado de él, y sabía que, aunque su orgullo le gritase que lo mandase a la mierda, ella no podía, quería solo terminar eso, acabar ese ciclo y empezar otro nuevo. Y si Corbyn estaba en él, no quería estropearlo.

- ¿Hubieras hecho eso por mí? – ella asintió, un poco dubitativa. Los ojos de Corbyn cobraron vida, como si alguien le hubiesen prendido luz. Sus ojos destellaban, y su mirada era totalmente cálida. Hacía tiempo que no veía una mirada así, llena de alegría contenida que parecía a punto de estallar. Pero en cuestión de segundos, esa mirada lentamente se convirtió en una de nostalgia, llena de tristeza y de emociones ocultas que no sabía, pero que quería descubrir.

¿En qué estaría pensando? ¿Por qué se había puesto así de repente? Aunque se lo preguntase, no conseguía respuesta. Corbyn, a pesar de todo, se había convertido en un extraño lleno de secretos. Y parecía que no, pero ella sabía que él no le había contado algo. Sea lo que fuese.

- ¿Estás bien? – preguntó y el volvió en sí, volvió de una pequeña ensoñación.

-Sí... - dijo no muy convencido y suspiró. Fue un suspiro lleno de frustración, eso sí lo pudo notar. Aun así, no dijo nada más.

El profesor entró al aula saludando y empezó la clase. Sin embargo, Ángela no se podía concentrar.

...

Zach y Ana salieron de la universidad con una sonrisa. Venían hablando de el examen que había hecho la de pelo castaño y de la prueba que tendría el chico el próximo lunes. Estaban contentos de que era viernes, porque a pesar de que la semana que le seguía tenía demasiados exámenes, podrían descansar, aunque fuese un poco.

-Yo no saldré – dijo Ana mientras agarraba su mochila con las dos manos, a pesar de estar colgada, era una extraña manía suya. Él tenía sus manos metidas en los bolsillos. Andaban tranquilamente. – La demás van a quedarse en casa para estudiar.

-Yo sí, con Corbyn y estos – comentó. – Aunque no tenga muchas ganas necesito despejarme un poco.

-Eso está bien – respondió – yo intentaré adelantar algunos trabajos y ya está.

Pararon delante del coche del chico y se subieron. Él encendió el motor mientras Ana buscaba una canción que le gustase a los dos.

-Oye, ¿y por qué no te vienes con nosotros? – dijo él apoyándose en su asiento, ella lo miró. – Ya nos conoces y no creo que le importe al resto.

Ana pasó su mano por su largo pelo. ¿Ella sola? Conocía muy bien a Corbyn, y aunque no tuviese ya apenas relación por lo que le hizo a Ángela, confiaba en él. Zach también era un buen tipo, y Jonah le había caído bien a pesar de ser tan extraño. Pero no conocía apenas a Jack y Daniel no le había transmitido mucha confianza. Sabía que tenía algún chanchullo con Sofía.

Pero eso no era impedimento para pasársela bien.

-Me parece bien. – sonrió a su acompañante, que también le sonrió. 

Sé que es corto pero os juro que intentaré actualizar más seguido 🖤👀

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Gracias por leer pequeñas mariposas

OS quiero mucho ❤️

Butterfly 🌸

Silence {Corbyn Besson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora