3. Déjame en paz

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12 de septiembre de 2018

Lisa se recargó sobre la diminuta silla de la cafetería y miró incrédula a Ángela, que tomaba su café en frente de ella. La morena tenía que descargar su frustración con alguien, tenía que contarle aunque sea a alguna de sus amigas lo que estaba pasando con Besson. Lisa era muy buena escuchando los problemas de los demás, pero sus consejos no servían mucho que digamos. Pues más que darle consejos siempre sugería alguna forma de vengarse en contra de alguien. Ángela solo quería contárselo, quería expresar lo mal que estaba gracias el chico.

Pues no se intentó acercar a ella una vez, sino casi en todas las clases en las que estaban juntos. Ella nunca dejaba que se quedase a su lado, o que le dirigiese la palabra. La mayoría de las veces se iba se su sitio y buscaba otro, sin embargo había veces que solo le decía al rubio que llevase su culo a otro lado y que la dejase en paz.

La chica no podía entender como Corbyn era tan insistente al respecto, es decir, ¡prácticamente lo mandaba a la mierda cada vez que se acercaba! Y aun así lo aguantaba, y en la próxima clase volvía a intentarlo.

No faltaba decir que varios compañeros la miraban mal por su actitud hacia ¨Un chico simpatiquísimo¨ Otros se compadecían de él, sin embargo nadie les decía nada y actuaban como si no escucharan nada. En la mente de Ángela solo había una palabra para definir a la mayoría de su clase: Hipócritas.

Pero en una parte lo entendía, porque Corbyn nunca le decía una mala palabra, solo se callaba y ahí terminaba todo. Nunca la insultó, al contrario de ella con él. Siempre el obedecía cuando lo mandaba a tomar paseo. Era como si aceptase que ella no quería que el entrase a su vida.

No lo entendía.

-A ver que me entere – dijo Lisa pausadamente – Corbyn en todas las clases quiere acercarse a ti, pero tú lo insultas y te vas en cuanto puedes.

Ángela asiente y Lisa se hace la pensativa, como buscando una solución a la situación.

-Es que es muy confuso, él puede hablar con cualquiera, sabes como era de simpático.

- Y supuestamente lo sigue siendo – la morena movió las manos frenéticamente, dando a entender que había dado en el clavo.

- Por eso estoy confundida – mira a sus alrededores, los otros estudiantes no les están viendo. Aun así, susurra – por eso. ¿Para qué se acerca a mí pudiendo hacer amigos tan fácilmente? Parece que me quiere hacer la vida imposible.

- No creo que sea eso – respondió su amiga en otro susurro. – mira en la esquina, a la izquierda. Pero sutilmente.

Ella levantó la cabeza poco a poco, y lo vio ahí, estaba con un grupo de chicos charlando. Bueno, ellos estaban charlando, el rubio estaba mirando fijamente en la dirección donde estaba Lisa y ella. Ángela intentó disimular más, pero Corbyn notó lo que estaba haciendo y apartó rápidamente la mirada. Volvió a la conversación con sus amigos, sonriendo incómodo.

-¿Pero qué...? – Lisa se encogió de hombros.

- No sé, no creo que te quiera hacer la vida imposible, no te daría esa importancia. Además, ya te habría insultado.

- Esto es muy raro – suspiró la otra – todavía recuerdo ese día, ¿sabes? Nunca entendí por qué hizo eso. Éramos grandes amigos, lo quería tanto...

-Ui, eso no me lo habías contado – pestañeó varias veces y después chillo.

- ¡No! Yo lo quería como un amigo, Lisa. Era prácticamente mi hermano. – la otra solo rodó los ojos.

- Hay que decirlo, se os veía bien juntos – la otra le pegó un manotazo en el hombro y ella se quejó. – Ay no te pongas así.

- ¿Cómo quieres que me ponga? – negó con la cabeza y miró a donde estaba el rubio. – Ya no es mi amigo, Lisa.

Silence {Corbyn Besson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora