20. Especial

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16 noviembre, 2018.

Ángela y Lisa se pararon en la entrada de la universidad, como siempre, se tenían que separar para ir a sus clases. Lisa tenía unas ligeras ojeras por quedarse despierta hasta tarde y Ángela no había dormido del todo bien. Solo querían que pasasen esas horas para poder descansar como era debido. Ana se fue con Zach, pero al ver a sus amigas así, le pidió a su amigo el favor de llevarlas antes a su universidad para que no llegasen tarde.

En el fondo, muy fondo, Ana las amaba.

-Ángela – la morena se giró y vio la cabellera rubia de Corbyn acercarse a ella. Su rostro de somnolencia se convirtió en una más despierta cuando vio que él no iba acompañado y que tenía una sonrisa demasiado...

Apartó la vista para observar como Lisa saludaba al chico, y después le dijo que tenía que irse ya, si no, le cogería la tarde. La morena la dejó partir viendo como sus rizos negros se perdían por el pasillo, dentro del edificio. Alguien se apoyó en ella y por poco pierde el equilibrio. Al mirar vio que solo era el su ex amigo, quien tenía su frente pegada a su hombro.

- ¿Qué haces? – dijo ella, él no contestó. Los brazos del rubio rodearon el cuerpo de la más bajita y la estrechó en sus brazos. En la puerta de la universidad.

No sabía por qué estaba haciendo eso. Intentó librarse de su abrazo, pero fue imposible. Ella suspiró y sintió la vibración de la risa de él. Su cuerpo empezó a paralizarse cuando unas pequeñas mariposas surcaron su estómago.

Eso estaba mal.

Él le agarró un brazo y lo puso alrededor de él, como invitándola a que hiciese lo mismo, pero Ángela lo aprovechó para huir de él.

-No lo vuelvas a hacer – Corbyn la miró con dolor y como si no pudiese verla a los ojos su mirada bajó. Su quijada estaba apretada.

-Lo siento – Nunca pensó que él le fuese a pedir perdón. Quizás mirarle mal, o quizás pedir explicaciones, pero no decir un ¨lo siento¨. Se sintió mal. Quizás había sido demasiado borde. Sin embargo, no estaba de humor para nada. Sintió sus piernas enflaquecer cuando él se dio la vuelta para seguir caminando, como si no la fuese a esperar.

-Corbyn – él no contestó, sino que aceleró el paso – Corbyn.

Se giró y no la miró. Solo se quedó ahí, estático mientras que ella se acercaba.

-Sé que no lo hice bien – empezó a hablar el rubio – sé que quizás me sigas odiando. Pensé que en este tiempo te habías dado cuenta de que solo quiero arreglar las cosas, si es que no podemos seguir siendo amigos. Sé que puede que pida mucho, pero solo quiero tener a la Ángela que siempre estuvo conmigo en lo bueno y en lo malo.

La morena lo miró y sintió algo dentro de ella que estaba doliendo también. Era demasiado orgullosa para admitir lo que verdaderamente quería, y siempre miraba las cosas negativamente. Lo sabía, sabía que no era lo que realmente deseaba. Pero esos recuerdos...

-No pienso seguir intentando algo que veo que no va a funcionar. Siento haber...haber – suspiró y por fin hizo contacto visual con su ex amiga – siento todo el daño que he podido hacerte. Quiero decirte que eres especial para mí, siempre lo has sido. – Ángela solo veía como el rubio sonría con tristeza. Ángela sintió como ese ¨especial¨ lo dijo con un sentimiento casi doloroso – te dejo en paz. Como tú querías...

Él se fue de nuevo, dejando a la chica llena de confusión. ¿Qué había pasado? ¿se había puesto así solo por no darle un abrazo?

Pero en sí sabía que no era solo por eso. Quizás se cansó de esperar a que todo volviese a ser como antes. Se cansó de ver que ella había cambiado, y que lo que le había hecho le había afectado.

Silence {Corbyn Besson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora