LEO
Estaba pasando el mejor verano de mi vida y con la persona que más quería, Roma.
Se fue de vacaciones dos semanas con sus hermanos, pero cuando volvió nada cambió, de hecho, creo que todo fue incluso mejor que antes y eso que es complicado.
Pero no todo es un camino de rosas siempre. Yo quería estudiar fuera de Hertford, lo tenía claro desde hace mucho tiempo, pero siempre tuve miedo de decírselo a Roma, por si me dejaría o no quería tener una relación a distancia.
Habíamos construido juntos algo tan bonito que me aterraba pensar que se podría acabar en cualquier momento por la distancia, porque sabía que otra cosa no iba a poder separarnos.
Roma se convirtió en mi vida entera en tan poco tiempo... Desde el primer momento que la vi supe que tenía algo especial, que me acabaría enamorando de ella, que no sería una chica más y que nunca la haría daño.
Y según fue pasando el tiempo me di cuenta de que no podría vivir sin ella, pero que tenía que hacerlo, por mí, por mi futuro...
ROMA
—¿Sophia cuando vuelve? —me preguntó Cande. Estábamos Max, Juls, Candela y yo en la cafetería del pueblo. La pelirroja acababa de volver de vacaciones y habíamos decidido juntarnos para contarnos que tal nos había ido.
—Creo que la semana que viene, no estoy muy segura.
—Que cabrona, yéndose a Australia... —reclamó Juls.
—No te quejes que tú te has ido a Paris —reprochó Max casi riendo.
—Pero allí no hay playa.
—Ojalá ir a Paris... —fantaseé.
—Oye, podríamos ir todas juntas algún año —propuso Candela.
—No sería una mala idea —respondió la pelirroja.
—Max, ¿vas a seguir ocultándonos lo tuyo con Cameron? — pregunte vacilante cambiando de tema.
—No sé de qué habláis —respondió bebiendo un sorbo de su refresco.
—Vaya capullos, como lo esconden... Ya podríais hacerlo oficial como Candela y yo.
—Bueno, vosotras lo hicisteis oficial hace un mes y llevabais saliendo más tiempo —defendió Max.
—Bueno, tampoco mucho ... —defendió Juls.
—Cambiando de tema... Roma, ¿Sabes algo de Sophia y Carlos? —preguntó Candela.
—No, la verdad esque no, sé que cuando Carlos volvió se vieron y siguieron quedando a menudo, pero no sé nada oficial todavía.
—Joder con los secretismos —suspiró Juls y todas nos reímos.
Pasamos la mañana entre risas hasta que James me llamó para que regresara a casa y tuve que irme.
ESTÁS LEYENDO
Una constelación más
Teen FictionRoma Alease estaba rota por dentro por sucesos de su pasado no tan lejano. Roma Alease dejó de creer en el amor verdadero. Roma Alease ya no era feliz. Roma Alease estaba vacía. Ver las estrellas en su montaña era su salvación. Él, que era una pers...