~Amalia~
Al llegar, lo menos que espere fue que un flash me cegara .
—Ay — dije tapándome los ojos.
—Lo siento, no pensé que entrarías así— dice Gab mientras me deja entra a su departamento.
— ¿Entonces como pensaste que entraría?¿Con los ojos cerrados?
—Mmm no, en realidad no lo pensé— dice mientras guarda su teléfono en su bolsillo y dejo de ver puntitos negros a mi alrededor. — Bueno, hoy no vamos a estudiar. Vamos a dar un paseo.
Dice antes de dirigirme de regreso a la puerta.
— Pero...
—No. Hoy nos vamos a divertir. Aunque si quieres puedes calcular la velocidad promedio a la que va el coche.
— Sabes que, mejor solo nos divertimos— respondo antes de subirme a su auto.
*******
Podría ser muy cliché, pero me parecía genial la idea de estar en un parque de atracciones.
Primero, porque la mayoría de personas que se encontraban eran niños menores de 13 años, así que me podría relajar sabiendo que Gabgab no se distraería mirando para todos lados cada dos por tres.
Y segundo, amaba como en la noche el lugar se inundaba de luces de colores, aunque aún era muy temprano para que las encendieran.—Bueno, aquí comienza la sección fotográfica—
Genial....¡¿Como dijo?!
—¡¿Que?!— preguntó mientras intentó seguirle el paso sin arrollar a ningún niño chiquito.
— Si, vamos a llenar esa pared tuya de fotografías—
— Yo...— a ver, yo si que había tenido fotos en esa pared. Demasiadas fotos en realidad, pero poco antes de cumplir 16 las quite todas. No valía la pena tener la imagen de personas falsas, que solo les interesaba encontrar a "Su alma gemela", colgada en la pared de mi habitación. No, yo no estaba para juntarme con hipócritas.
—Nada de yos, aunque tienes razón, no podemos llenar la pared solo de fotos mías. Aunque se que te gustaría. Pero mejor te tomo fotos con extraños.
— ¿Extraños?— ¿para que quería yo fotos de personas desconocidas en mi pared?
— Si, aunque no de abrazar a un extraño y sonreír. No, eso suena aburrido y simple. — dijo mientras se dirigía a las atracciones más abarrotadas de gente, y con filas interminables— Es mejor si te las ingenias para que las personas salgan en la foto, sin que se den cuenta y que parezca que en realidad son conocidos de toda la vida .
— ¿Y como hago eso?— pregunté un poco confundida respeto a su explicación.
—Mira y aprende— dijo antes de acercarse a dos chicas que miraban con horror la montaña rusa .
Yo saque mi celular para tomar la foto. Y cuando alce mi vista casi que me olvido hasta de tomar la foto. Allí, atrás de las dos niñas que tendrían unos diez años, se encontraba Gabriel sujetándoles meticulosamente un mechón de cabello a cada una. Y si, en realidad parecía que las estuviera jalando con fuerza el pelo mientras las dos pequeñas se encontraban horrorizadas por el acto.
Apenas termine de tomar la foto, Gabgab soltó el cabello de las niñas y regreso donde mi.
—¿Viste? Muy simple. Ahora te toca a ti.— dijo antes de quitarme el celular y darme un pequeño empujón hacia el tumulto de gente.
Muy bien , a ver... observe meticulosamente a cada persona a mi alrededor. Hasta que encontré mi objetivo. Era un niño de unos 8 años que sostenía con una mano un oso de peluche en lo alto de su cabeza.
Me acerqué a él tanto como pude y agarré del brazo al gordo oso café. El Niño estaba muy concentrado comiendo una paleta para darse cuenta de mi acto. Hacer un poco la cara del oso a mi y le di un beso. Y si, a simple vista la foto que tomo Gabgab parecía como si el oso y yo tuviéramos un romance secreto y el niño solo estuviera allí para hacer de guarda espaldas.
Y así, conseguí bastantes fotos, en una aparecía una chica alzando la mano para supongo acerca notar y llamar a alguien. Pero yo aproveche la oportunidad y me puse más adelante para pareciera que estuviéramos chocando manos. En otra Gab había a visto a un niño que tenía la cabeza mojada porque había metido la cabeza en un bebedero. El, aprovecho la oportunidad y compro rápidamente un refresco a un vendedor ambulante y se puso algunos metros adelante del niño que claramente lucia enfadado y boto un poquito de la bebida al suelo. La foto quedó perfecta.
Hubiéramos seguido así, hasta que la mamá de una niña sorprendió a Gabgab y lo empezó a acusar de ser un pedófilo y que llamaría a la policía. ¡¿Ven?! No soy la única paranoica que piensa que cualquier extraño puede ser un posible loco.
Decidimos salir del parque de atracciones, no había logrado quedarme hasta el momento que se encenderían las luces, pero tuve suerte. Porque 10 minutos después de que Gabriel prendiera el carro comenzó a llover.
Llegamos a su departamento, y pedimos pizza. Mi teléfono se había quedado sin batería así que mientras esté se cargaba en la habitación de Gabgab, nosotros comíamos y veíamos una película.
Apenas termino, fui a la habitación de Gabriel para recuperar mi celular.
Tenía algunos mensajes de mamá, desbloquee el aparato para poder leer.— Cariño, tú padre y yo nos fuimos.
—No, eso suena a que te abandonamos. Lo que quiero decir es que tu padre quiso hacer una de sus escapadas de fin de semana. Así que no te abandonamos, pero si te damos la libertad para invitar a algunos amigos de la Uni y que hagan una pequeña reunión. Eso si, si se rompe algo tú pagas y debes tener la casa limpia para cuando volvamos.
— Te queremos hija. Confiamos en que no destroces la casa.
Genial, mis padres se fueron de escapada y no me llevaron. Aunque sinceramente lo prefiero así. Merecían un tiempo a solas.
Todavía llovía, así que le pedí a Gabgab que me llevara a casa.
— Si, no hay problema.
Cuando estábamos llegando a su carro volvió a hablar.
— Espera un minuto aquí, que me he olvidado de poner llave.—
Llave, llave. ¡¿Mi llave de casa?! Me pregunté antes de empezar a buscar desesperadamente en mi pequeña mochila.Que no las haya dejado en casa. Que no las haya dejado en casa. Es lo que me repetía mientras buscaba una y otra vez en el único bolsillo que tenía la bolsa.
Ni siquiera me había dado cuenta cuando llego Gabriel, pero supongo que ir intuyo lo que pasaba porque me ayudo a sacar una por una las cosas que tenía allí metidas.
Nada, me había olvidado las estúpidas llaves. ¿Y ahora?
Si antes no tenía amigos para hacer la fiesta que mis padres me propusieron. Ahora ni aunque quisiera podría, ya que no tenía como entrar.
Solo tenía dos opciones, pasar la noche en la puerta de mi casa, rezando para que ninguno extraño se me acercara. O...
*******
Buenas noches gente. O a la hora que estén leyendo esto.
Pero bueno,
¿Les está gustado la historia?
¿Les gustan los protagonistas?
¿Cual creen que será la otra opción que tiene Amalia en la cabeza?
Los quiero, adiós
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La pareja perfecta
Novela JuvenilPor medio de una inyección puedes encontrar a tu pareja perfecta, esa con la que tendrás una vida llena de felicidad. ¿Pero esto es lo que realmente necesitas para encontrar el amor ? Amalia no quiere ponerse la inyección, porque cree fielmente que...