(2) Entorno a la mafia-Ness, tienes que relajarte- me burlo de la expresión de la chica.
-¡¿RELAJARME?! Faltan unos meses para tu boda y tú no me ayudas en nada- explota-, es tu buda, será el día más feliz de tu vida y ni siquiera sabes cómo será la recepción.
Qué carácter tenía esta chiquilla.
-Muéstrame que llevas- tomo su carpeta donde tiene todas sus anotaciones y empiezo a revisarla. Recepción, comida, postres, decoración.
-No veas eso.- riñe-. Aún faltan tantas cosas y tu estas tan relajada.
-Ness, faltan ocho meses.- le repito una vez más.
-Tú no entiendes, esto tiene que salir perfecto. ¿Sabías que una importante revista de aquí quiere tomar las fotos de su boda y publicarlas en primera plana?
Eso me toma por sorpresa y enderezo mi espalda sobre el respaldo del sillón de su oficina.
No me desagrada la idea, pero tampoco es algo que me fascine.
-ah- suelto.
-¿ah? ¿Solo dirás, ah? ¡TE VAS A CASAR Y BODAS USA PUBLICARA TUS MALDITAS FOTOS!
-Parece que la que se va a casar eres tú- digo con simpleza -. Déjame recordarte que yo te contrate y te pago para que hagas todo esto- señalo el reguero de fotos que tiene en el piso y el escritorio-, así que, elige lo que quieras y házmelo llegar a mi correo. No te preocupes por el vestido, yo me encargare de eso.
-¿Y el de las damas de honor?- me señala unos bocetos con algunos diseños-. Zoe, Verónica y Daniela lucirán geniales con estos, solo necesito sus medidas y que les des el buen visto. Yo me encargo de la confeccionista- Junta sus manos en modo de súplica y suelto un suspiro.
-Hazlo- ruedo los ojos-, pero consigue ayuda, parece que vas a volverte loca.
Me levanto alisando los pliegues de mi vestido. Doy un último recorrido observando todo y le dedico una sonrisa.
-Todo va de maravilla, Ness. – me inclino y deposito un beso en su mejilla.
-Dale gracias al cielo que tienes el dinero suficiente, por más que sea una boda sencilla déjame decirte que estamos pasando el presupuesto inicial.
Tuerzo la boca y cierro los ojos, tratando de buscar calma.
-Tampoco te preocupes por eso.
Salgo de allí con la cabeza vuelta un lio gracias a las ocurrencias de Ness, lo cierto es que la conocí en una cafetería cuando derramo su café sobre mi ropa. Se disculpó un millón de veces e insistió en que le diera mi ropa para ella misma lavarla. Rio ante el recuerdo de la chiquilla. Había visto sus bocetos sobre vestidos de damas de honor y diseños de interiores, quede encantada cuando los vi y estaba recién comprometida, así que le hice una propuesta que ella no pudo declinar.
Entro a mi auto y antes de arrancar le envío a las chicas la dirección de Ness antes de que se me olvide.
Manejo rumbo al gimnasio, un poco de ejercicio no me hará mal. Aparco frente al gimnasio y al entrar saludo a Bob.
Me dirijo a mi casillero y saco la poca ropa deportiva que deje adentro la última vez que vine. Me visto y guindo una toalla alrededor de mi cuello. Salgo del vestuario y Bob me espera con una sonrisa burlona.
-Vamos a sacarle la chicha a la futura señora Kozlov. Buen apellido, Lilith.- se burla.
Se lo que está buscando, quiere que me moleste y termine dejándolo contra la lona.
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Lilith, reina del infierno
Aktuelle LiteraturTres años comprometida en un mundo envuelto de mentiras. La ninfa de ojos negros se alza sobre los demás para descubrir la verdad sobre lo que oculta su prometido y encontrar aquello que tanto busco. Engaños, lugares cerrados, mentiras y alborotos n...