(17) Por Lilith.Vladimir
Mi foto junto a lilith en la cena circula todo internet y tengo que mentalizarme varias veces el no mandar todo a la mierda. Mis padres, sus padres y sus amigas no paran de cuestionarme. Leonardo y Liam se mantienen a raya, aunque el primero me mira con odio en sus facciones; es mi menor problema justo ahora.
La prensa del comando me acorrala a cada paso y mi figura pública se va en picada.
Tallo el tabique de mi nariz con fuerza y exhalo varias veces, buscando la paciencia suficiente.
La Bratva ataco a la 'Ndrangheta y se ha iniciado una guerra entre clanes. Los informes están regados por toda la oficina al igual que los mapas y los planes de estrategia.
En este momento no me reconozco a mí mismo y salgo de mi despacho sin dirigirle una mirada a nadie.
La rueda de prensa me espera y camino con afán. Lilith se ha fugado con Verónica y tengo ganas de darle un tiro a la castaña. Alek no me rinde cuentas y es otro al que tengo puesto en la mira.
Joss me sigue de cerca, lo sé.
Entro al ascensor y oprimo el botón del último piso. Empieza a ascender y me miro en el reflejo. Mi pómulo ya no está amoratado y mi ceja aun cicatriza.
Frunzo el ceño al sentir una leve molestia en mi brazo mientras salgo del ascensor rumbo a la sala de conferencias.
Los flashes disparan a mi rostro al abrir las puertas y me siento al lado Liam y Verónica. La castaña me mira recelosa y tomo una cantidad profunda de aire.
-¿Señor Kozlov, como va su ascenso a ministro del FASG?- pregunta un morena.
-Todo va en marcha y hasta ahora no ha habido ningún altercado- respondo-, sin embargo, tengo competencia, pero estoy confiado.
-¿Cree usted que los Petrova no ganarían?- pienso unos segundos antes de responder.
Los Petrova son una familia que ha estado por generaciones en el FASG, pero no creo que su primogénita lo logre, es una mujer y por lo tanto no tiene los cojones bien puestos. Me muerdo la lengua y respondo calmado.
-Una familia muy reconocida, esperemos los resultados.
Uno de los reporteros se levanta y le doy la palabra, la sala se silencia esperando por él y lo próximo que dice descadena una oleada de murmullos.
-¿Qué tiene que decir sobre la señorita Lilith? Muchos vimos el reportaje donde claramente se vio que intento golpearla y si no fuese por su guardaespaldas lo hubiera hecho frene a cientos de personas.
Aprieto el puño bajo la mesa, intentando mantener mi rostro sereno.
Puedo sentir la mirada fulminante de Lean y la asqueada de Verónica. Me vale mierda lo que piensen.
-Como cualquier matrimonio estamos atravesando una etapa algo difícil.- reitero.
-¿Lo suficiente como para intentar agredirla?- sigue y quiero abalanzarme sobre él.
La sala se vuelve un caos, mantengo mi rostro en blanco y me levanto de la mesa, saliendo, ignorando a toda la cuerda de cotilleros.
Camino hasta mi oficina y veo a Ángela en el archivo. Me acerco a ella y termino fallándomela contra la pared hasta que sus gemidos resuenan por todo el despacho.
Tengo que deshacerme de la maldita ninfa.
Espero paciente a que se acomode la falda y sale cerrando tras ella.
Marco al móvil de Lilith y una vez más me sale desconectado. No sé si está evitándome o algo por el estilo, pero en algún momento tendrá que venir a darme la cara. Lo ocurrido anoche fue un error y tengo a todos encima de mí por no poder controlarme.
Espero que lo dicho por aquel reportero no afecte mi candidatura para ser ministro porque de ser así, dejare a aquel hombre en la calle y sin un solo dólar encima.
Abro mi laptop y varios correos saltan en la pantalla. La notificación de arriba llega y bajo a las celdas con mucha paciencia. Una sonrisa descarada surca mis labios mientras entro en la celda de Bruno.
Dos cadetes lo arrestan hasta los calabozos de tortura y me siento frente a él. Su cabeza guinda hacia adelante por la poca fuerza que ejerce. Su piel luce pálida y la sangre seca predomina en sus brazos y torso.
-¿Me vas a decir de una buena vez quien es tu jefe?- cuestiono mientras tomo unas pinzas.
-¿O mejor esperamos?- tomo su mano y arranco una de sus uñas. Suelta un leve gemido por la fuerza ejercida. Ya no le queda mucho tiempo, eso es seguro. Su dedo chorrea sangre y lo aprieto con una venda.
-¿Dime, bruno, por qué Joss no te ha sacado de aquí?- sus segundos se acaban.
Abre un poco sus ojos ante la mención de su jefe. ¿Creía que no lo iba a descubrir? Joss no solo lo dejo aquí por traición, hay algo más.
Su respiración se hace más lenta y confirmo que se está yendo al ver su pulso bajar en la pantalla que marca sus signos.
-Vino por ella- tose y escupe algo de sangre sobre el suelo-, vino por la reina.
-¿De qué hablas?- me intrigo- ¿Quién es su reina?
-Lilith...- susurra antes de caer hacia adelante.
La pantalla forma una fina línea delante de mí y pienso varias veces lo que dijo.
Vino por Lilith.
Una sonrisa algo psicópata se me escapa y dejo a Bruno sobre la silla.
Entran por él y yo salgo en dirección al ascensor.
Vino por la ninfa de ojos negros.
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Lilith, reina del infierno
General FictionTres años comprometida en un mundo envuelto de mentiras. La ninfa de ojos negros se alza sobre los demás para descubrir la verdad sobre lo que oculta su prometido y encontrar aquello que tanto busco. Engaños, lugares cerrados, mentiras y alborotos n...