(13) El mensaje.Voy de camino a casa luego de pasar el día entero con mi familia. No tuve una muy buena noche gracias a que Kiran jugo en su Xbox toda la noche, pero no me quejo. Fui yo la que decidió quedarse en su habitación.
Golpeo mi uña contra el manubrio varias veces mientras espero el mensaje que llega cada mes con tal de notificarme que ella está bien. La autopista esta despejada y le echo un vistazo al reloj. Siete con veinte de la mañana.
Mi teléfono timbra y desacelero mientras veo el mensaje en la barra de notificaciones.
>>Todo bien.<<
Me relajo sobre el asiento y sigo conduciendo rumbo a casa. No pude quedarme al desayuno con mi familia ya que Vladimir me escribió notificándome que me necesitaba en casa.
Bajo del auto minutos más tarde y veo a Alek saliendo de la casa con rostro malhumorado.
-Suerte.- es lo único que dice al pasar por mi lado.
Vladimir debe estar con la cólera a mil.
-¿Ya tienes lo que te pedí?- le pregunto antes de que se vaya.
-Sí, te mandare los expedientes por correo. – se termina de montar en su auto y se va.
Entro a la casa y todo está en silencio. Subo hasta el despacho de Vladimir y toco dos veces antes de entrar.
-Pasa.- lo escucho.
Abro la puerta del despacho y mis ojos se pasean por todo este desastre.
-¿Qué paso aquí?- pregunto con cautela.
Los sillones están boca abajo sobre el suelo, hay una silla partida, todos los papeles están regados por el piso y el olor a alcohol predomina en el ambiente.
Se queda callado y me acerco a él con cuidado de no tropezarme con nada.
-Él escapo.- me dice cuando llego hasta su lado.
Su voz se oye furiosa y ahogada. Su aliento impregnado de whisky entra por mis fosas nasales y hago un gran esfuerzo para no separarme.
-Lo se.- susurro.
Me mira fijamente y no se pierde un solo detalle.
-Ven, tienes que descansar.- halo de su mano y pone resistencia.
Vuelvo a intentarlo y lo único que consigo es terminar sobre sus piernas. Intento levantarme, pero sujeta mis caderas con tanta fuerza que llega a lastimarme.
-Vladimir, ya basta. Tomaste demasiado.- logro zafarme de su agarre y me levanto esperando por él.
-¿Alguien más te toco?- sisea con rabia.
Mis vellos se crispan, me garganta se cierra y hago acopio de todo mi esfuerzo para no demostrárselo.
-¿Qué estás diciendo?- pregunto.
-Ya no quieres estar conmigo. Te vas a casa de tus padres, o sales con Verónica, pero siempre buscas la manera de evitarme. – escupe-. ¿Es por qué tienes un amante?
-Vladimir, el que ha estado evitándome eres tú. – Hablo con calma-. Has estado tan pendiente de Joss que ni siquiera te has dado cuenta que literalmente paso todo el día sola.
Se levanta de la mesa dándole un manotazo y me paralizo cuando se acerca a mí de manera amenazante. Sube su mano por detrás de su cabeza y cierro los ojos con fuerza esperando el impacto.
Nunca he dejado que nadie me toque de esta manera, pero para ser sinceros no sé qué paso, no sé cómo de alguna manera llegue al suelo, teniéndolo a él encima de mí. Sus ojos furiosos me miran y solo puedo sentir repugnancia hacia los ojos azules que están rojos por el alcohol. Mi mejilla arde y tengo ganas de llorar por lo que ha pasado, sin embargo, me mantengo firme bajo él.
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Lilith, reina del infierno
General FictionTres años comprometida en un mundo envuelto de mentiras. La ninfa de ojos negros se alza sobre los demás para descubrir la verdad sobre lo que oculta su prometido y encontrar aquello que tanto busco. Engaños, lugares cerrados, mentiras y alborotos n...