Familia

121 12 0
                                    


(12) Familia.

En el comando las cosas van de mal en peor, la 'Ndrangheta y la Cosa Nostra es algo que los tienen de un lado a otro. Por más que han intentado sacarle información a Joss, este no ha dicho nada al respecto.

Los italianos se matan entre ellos, la Bratva  Y la Yakusa es otro tema que nadie quiere tocar.  El tema de Ángela clavando sus uñas en mi brazo es algo que se rego por toda la central. Las chicas al enterase quisieron desgreñarla, menos Verónica, ella solo observo a Zoe y a Daniela pelear.

Había pasado ya una semana desde el incidente y un par de ojos grises no abandonaban mi cabeza. Sentía que me seguían a todas partes, aunque eso fuera casi imposible.

-Estas en la luna, Lilith.- chasquean unos dedos frente mi cara y salgo de mi estupor

Lean me mira con extrañeza y le restó importancia.

-No te preocupes- tranquilizo-, solo es todo este alboroto.

-En eso te comprendo- rasca su nuca-. Vladimir a estado estos días a toda máquina, juro que pensé que los dos disparos lo dejarían descansar por unas semanas.

-Ya sabes cómo es.- le doy un sorbo a mi jugo y miro por detrás de el a todos los soldados.

-Claro.- murmura.

Nos quedamos en silencio un largo rato hasta que una explosión muy cerca de nosotros nos hace sobresaltar.

Lean me esconde tras su cuerpo y la alarma de ataque suena por todo el lugar. Veo a todos corriendo de un lado a otro y corremos escaleras arribas. El personal está siendo evacuado y los soldados se alistan para responder el fuego. Me encuentro con Vladimir dando órdenes de aquí para allá.

-¡Dupliquen la seguridad de la celda de Carstn!- me hielo al escucharlo y fija su vista en mí.

Se acerca dando dos zancadas largas, ignorando la molestia de su pierna. Aun lleva el cabestrillo, pero ya se pudo deshacer de la muleta.

-Tienes que irte.- me lleva entre varios pasillos y caemos al piso al sentir otra explosión.

Como puedo meto el brazo para que el suyo no se golpee y nos levantamos.

-¿Qué está pasando?-  me giro.

-Vinieron por el mafioso, Lilith.- aprieto mis puños con fuerza y tengo que respirar unas cuantas veces de manera profunda.

-No puede salir de aquí, Vlad.- susurro con miedo.

Los disparos empiezan a resonar y seguimos caminando hasta el área de evacuación personal. Golpeo la pared con fuerza, logrando que mis nudillos enrojezcan. No hay nadie, ya todos se fueron.

-Tienes que ocultarte.- me toma por los hombros.

-No.- no pienso ocultarme como una cobarde, sino pude evacuar con los demás, me quedare.

-Lilith...- arrastra mi nombre.

Camino de vuelta, dejándolo atrás y al llegar al área de ataque, veo a varios soldados, capitanes y coroneles ir de aquí para allá. Veo a Verónica y a Alek hablando de manera acelerada mientras arman una de las armas y me acerco a ellos.

-Lilith, tienes que irte.- Alek me habla y puedo ver como su mandíbula tiembla.

-Tengo conocimiento sobre esto, ¿sí? Dejen la ridiculez.

-Yo te cubro.- verónica se posiciona a mi lado, paso un chaleco antibalas por mi cabeza y tomo la primera arma que veo. Un rifle.

Los soldados van de un lado a otro, el ruido de las balas, los gatillos y cargadores es ensordecedor.

Lilith, reina del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora