Capítulo 6: Change your name

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Canción que inspiró el título de este capítulo: Change your name - Brett Young (De nada, es una canción hermosísima).

Oh I, I don't wanna change who you are
I don't wanna mess with your dreams
Or get in the way of who you wanna be
No I, I won't stop your runaway heart
I just wanna be why you stay
The only thing about you that I'd change
I'd change your name

Oh I, I don't wanna change who you are I don't wanna mess with your dreams Or get in the way of who you wanna be No I, I won't stop your runaway heart I just wanna be why you stay The only thing about you that I'd change I'd change your name

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Camilo Alexander Rough

Nos sentamos alrededor de la fogata todavía aparentando estar enojados. Un poco más juntos, si. Las sonrisas de nuestras madres y de mi tía eran muy grandes. Nuestra emoción también, solo que debíamos ocuparnos de no exteriorizarla mucho.

Por fin, por fin Hope era mi esposa.

Estaba a mi lado. Miré su perfil dándole gracias al cosmos por ella. Era perfecta. Su colgante lucia perfecto en ella. Resaltaba cómo ninguna otra prenda. Y era mío.

Me senté en una de estas sillas se tela que son casi como sentarse en la arena, muy cómoda. Tenía mi agua con huelo a un lado y mi pierna cruzada sobre la otra. Había una silla igual a mi lado, vacía.

Cada uno ubicó su silla alrededor. Éramos muchas personas, todos familia.

Las manos de mis padres estaban juntas. Sonreí.

Había crecido viéndolos quererse. A su manera. Mi padre era alguien reservado con todos, pero aprendió a no serlo con su familia. Todos nos sabemos la historia. Todos, o por lo menos los que vinimos después de que esa historia comenzara, hemos sido oyentes de ella más de una vez.

Ellos se querían bien. De los que se preocupaban por el otro, de los que tenían chistes personales, de los que se entrelazaba las manos porque si. De las caricias en la espalda, de los que te apartan una pelusa del rostro. Así.

Y estaba seguro que haber conseguido lo mismo en mi vida, que acababa de comenzar. Y cuando volteé para ver a la persona de mi vida, ella la me estaba mirando con esos ojos que se iban a explotar de brillo, de felicidad. Porque sus ojos hablaban por ella. Ella tenía la vida ahí, en esos orbes azules, lo que sentía, desde las viseras.

Hope me miraba mientras tenía entre sus dejos el dije de su collar. Y el corazón se me calentó.

Era mía como yo lo soy de ella. Y yo también sonreí.

—Aquí ya la cosa se acomodó, ya puedo estar tranquilo. ¿Sentían la tensión?— Nikos habló. Yo rodé los ojos. No hacía falta saber sobre quiénes estaba hablando.

Hope soltó una risa. —Todo está bien, papá.

—Si, gracias a Dios. Ustedes desestabilizan todo. Uno no puede molestarse con la familia, de verdad. Mira este panorama: Si...

Y todos nos comenzamos a quejar por tener que escucharlo.

—No no. Cállense ustedes. Escuchen: Si tú, Hope, te peleas con... con Chase, por ejemplo, entonces no vamos a tener que invitar a Tobías a nuestras reuniones. Todos seríamos más felices por no tener que verle la cara, cierto, pero es familia.

DOS DE AZÚCAR, POR FAVOR  (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora