DOS DE AZÚCAR, POR FAVOR (COMPLETA)

Capítulo 21: I see the light

Camilo Alexander Rough

Saludé a mi padre con un abrazo cuando lo ubicamos en una mesa dentro del hotel, esa que siempre se encontraba reservada. Habían puesto un cuarto plato. Mi madre había venido también.

La observé envolver a Hope en un abrazo maternal que me hizo sentir bien. Luego lo hizo mi padre, pero este, ademas, dejó un beso en el tope de su cabeza.

Mi padre palmeó mi hombro antes de tomar asiento en la mesa.

—¿Cómo están, chicos? ¿Cómo lo llevan?— mi madre nos preguntó.

—Estamos bien, estamos trabajando en ello— Hope respondió mientras posaba su mano en mi pierna. Le dio un apretón. —No hay nada de qué preocuparse.

Mi madre asintió con una sonrisa y miró a mi padre con una mirada de alivio. Supongo que aquí, en esta familia, todos sufríamos por todos.

—¿Dejaron a Mía sola en Miami?— pregunté.

Mi padre sonrió. —Ya quería ella que la dejara sola. Cada vez necesita menos mi ayuda. Les manda muchos "abrazos muy fuertes y un millón de besos". Palabras textuales.

La risa de Hope inundó el momento.

—Mía es lo más hermoso. Necesito que le mandes nuestros cariños igual, tío— habló.

—Oh, sí. Es lo más hermoso. Ayer dio un discurso que me hizo sentir orgulloso. En la empresa le tienen mucho respeto.

—Y temor, Alex. Esa mujer es igual a ti— mi madre lo miraba con reproche y diversión.

—Sí. Jodidamente hice un buen trabajo.

Resoplé. —Basta.

—¿Lo ves?— le preguntó a mi madre, que le respondió con una risa.

Pedimos lo que íbamos a consumir y luego entramos en la materia que nos importaba por los momentos. Le entregué todas las notas a mi padre y le había traído por escrito cómo las había encontrado. También, por petición de él, una lista de las personas envueltas en este problema que teníamos encima y los posibles lugares que ocuparíamos como familia en las próximas semanas. Así se podía aumentar la seguridad.

—¿Cuándo es la próxima citación de tu caso?— me preguntó.

Le respondí.

—Bien. Supongo que no falta mucho. Los últimos resultados fueron exitosos y esperamos lo mismo para esta ocasión. Estarás fuera de esto pronto y eso debe servirte para tu tranquilidad mental. De difundir la información correcta nos encargaremos nosotros. ¿Entendido?

Asentí.

—Nikolas tendrá todo esto en sus manos a más tardar mañana. Estaremos trabajando con unos investigadores especiales. Por ahora, ¿crees que es conveniente que se muevan de lugar estos días?

Miré a Hope. Ella habló.

—No, tío. Preferiría no hacerlo. No sabemos quién las manda pero hasta ahora no ha sido algo tangible o completamente peligroso.

Mi padre asintió.

—Entonces deberán doblar la seguridad— dijo mi madre. —Aunque incomode, es necesario que estén seguros hasta que sepamos qué es lo que está pasando y quién envía esas notas.

Hope asintió.

—Está bien.

—No significa que estarán encerrados o una mierda de esas. No tienen nada que esconder y no hacen nada malo. Salgan, pero con seguridad y notificándolo.