Nairobi.
—A ver si entiendo, en la línea de tiempo, ustedes tuvieron sexo hace cinco días y después de eso no.— dijo Cazzu, asentí. —Entonces, ¿Cuándo te tendría que haber venido?
—Hace tres semanas.
—Oh, shit.— soltó Luchi. —Amiga, estás en un problema grave.
—No me alentas así, hija de puta.— respondí sentándome el inodoro, el cual tenia la tapa. —Dios, no, chicas ¿En qué estamos pensando, me dicen? Yo no estoy embarazada ni ahí.
—¿Y porqué no?— dijo Patri. —Si hace tres semanas no te viene y hace varios días venís con vómitos y síntomas de embarazo, algo anda mal ¿No?
Solté un suspiro. —Hacelas, no perdes nada.— aconsejó Julieta. —¿O sí?
—¿Ustedes comprenden la magnitud del asunto? Si yo estoy embarazada, tengo una cosa más de la cual encargarme y... Simplemente, no estoy lista.— negué.
—Ya sabes cuales opciones hay si no estás lista, Nai.— respondió Luchi. —Dale, hacelas.
Agarré las pruebas y las eché del baño.
—Si existe algún Dios, que me ayude en este momento.— murmuré.Comencé a hacer todos los procedimientos, teniendo tres pruebas listas. Ahora había que esperar. Salí del baño, tenia en mi estómago un nudo. Lucas no estaba enterado de nada, aparte, este último tiempo estuvo colapsado de laburo y bastante alejado de mi por el mismo motivo.
—Si estás, acordate que tenés un montón de personas que te apoyan en cualquier decisión.— escuché que dijo Julieta.
Mordía mis uñas y me mentalizaba que no podía ser. Nosotros tuvimos todas las prevenciones habidas y por haber.
No podíamos fallar.El temporizador sonó, indicando que los cinco minutos terminaron y las pruebas ya deberían haber dado resultado. Apreté mis ojos. —No puedo ir yo.— dije.
—Que vaya alguna de ustedes.— Patricia tuvo el valor. Julieta y Luchi entrelazaron sus manos con las mías y las apretaron, dejándome saber que tenia todo el apoyo de ellas. Mi amiga se mantuvo un buen tiempo dentro del baño, o yo pensaba que tardó mucho, pero cuando salió, su semblante lucia serio, hasta shockeado. —¿Y?—Positivo.— murmuró.
—¿Qué?
—Que las tres pruebas dieron positivo.— volvió a decir, mientras extendía los test.
Dos perfectas rayas en cada uno de ellos.
No, eso no podía estar pasándome a mí.
—Pellízquenme.— pedí. —No, no, no. Esto tiene que ser una pesadilla.— retrocedí unos pasos, cayendo sentada a la cama.
—¡Dios, que imbécil soy!— grité. —¡No puede sucederme esto a mí!—Tranquila, Nai, no tenés que volverte loca porque no es bueno. Aparte, no sé, estas cosas podrían haber fallado.
—Noventa y nueve por ciento de efectividad y fallan las tres, Julieta, no, eso no pasa.— solté pasando mis manos por mi cara.
—¿Y qué vas a hacer?— preguntó Luchi.
La miré. —No tengo idea, te juro.— me sentía débil. Sentía un nudo en la garganta que no se removía. Mi primera opción era decirle a Lucas, pero ese miedo siempre estaba ahí. ¿Cómo reaccionaría? Su carrera iba cada vez más elevada, mientras que los negocios suyos cada vez eran más. Podría parecer como que le enganché un hijo. No, no quería que él piense eso de mí y me deje sola. —Supongo que... Le voy a contar a Troca. Sé que él no tiene que saberlo primero pero, espero que me diga por lo menos como reaccionaría Lucas.
Todas asintieron.
Nairobi, estás en problemas.
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y bueno, se viene la bendi y los problemas nomás. Diez capítulos y chau tardes grises;(
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tardes grises | homer el mero mero
RomanceSigo encerrado dando golpes contra la pared.