[ contenido +18 ja, justo en el capítulo 18 lol, amo mi timming, si deseas leer adelante, si no, puedes seguir al siguiente capítulo, no afecta a la trama. !! ]
La luz de la luna iluminaba la habitación de Sukuna y se podía ver claramente el rostro de Megumi. Estaba quieto, era una tranquilidad inexplicable para la situación. Su cuerpo reposaba sobre la cama y miraba hacia la ventana, Sukuna miraba su rostro y acariciaba continuamente su mejilla. Bajó por ella dejando besos sobre su cuello que le causaban una sensación tan distinta a Fushiguro, deseaba más y lo dejaba ser, porque se aferraba a su cuerpo que quería continuamente dejarse llevar por la situación. Estaba tan seguro de ello que correspondía de igual forma los besos del mayor.
Sukuna no quería romper el silencio, le parecía un pecado hacerlo cuando escuchaba pequeños jadeos salir de la boca de Megumi, que se repartían besos desesperados para no separarse después de tanto tiempo sin probarse, no parecía algo que quisieran hacer.
Él, tomó las prendas de tela que envolvían al menor y mirándolo, tomó su mentón y esos ojos azules que tanto amaba ver, le miraban fijamente cómo si acabase de descubrir algún secreto del universo.
—Puedo.. ¿Quitarte eso? —preguntó, como quien tenía una duda genuinamente tonta que deseaba ser respondida.
Megumi asintió suavemente, dejándose quitar la prenda. Sukuna fue viajando por su piel, dejando besos en cada parte que iba descubriendo, tenía el privilegio de ver a Megumi así y lo trataría de la mejor forma que se le ocurriera, cuidando cada cosa nueva que descubría, cada marca o detalle que no podía ver con ropa.
Al terminar, Megumi hizo lo mismo deteniéndolo para que pudiera encargarse él mismo de eso, aprovechando aquello para pasar suavemente sus dedos sobre la piel de Ryomen. Tocó sus tatuajes, acarició algunas cicatrices que estaban ahí preguntándosepor si historia y besó su hombro al apoyarse en el. Era tan diferente para Sukuna a otras ocasiones, ésta vez sentía que tenía en su posesión algo tan preciado y que guardaría por la eternidad, casi como si no pudiese volver a hacerlo con alguien más para no arruinar eso, porque su Megumi también lo trataba así. No era todo carnal, el amor se notaba con cada roce que se encargaba de darle y se podía notar con cada acción de ambos.
Los dos quedaron expuestos con el pasar de los minutos. La piel blanquecina del de los ojos azules era cubierta por el cuerpo del otro, quien aprovechaba para recorrer de besos su cuello, bajando hasta su pecho y recorriendo con su lengua algunas partes al haber dejado anteriormente unas pequeñas marcas. Era implícito que Megumi quería continuar pero aún así, Sukuna se aseguraba de tener su aprobación con cada cosa que hacía, mirándolo a los ojos. No eran necesarias las palabras en ninguno de los dos, lo sustituian los besos húmedos que se daban continuamente.
El pelinegro estaba experimentando cosas nuevas en casa sensación y eso lo ayudó a romper con la vergüenza que sentía. Ayudándose de eso, tomó el control dejando debajo a Sukuna quién le permitió aquello de inmediato. Los labios de Megumi recorrían su abdomen trabajado dejando algunas marcas de saliva. No era vergonzoso para el de cabello rosado que él supiera que aquello lo tenía duro, quería darle a conocer que de esa forma lo tenía. Sin saber que hacer pero seguro, Fushiguro bajó sus boxers. Su rostro veía a Sukuna y luego a su miembro, el cuál no dudó en tomar con ambas manos, comenzó a moverlas despacio, de arriba hacia abajo presionando la punta cuando llegaba hacía ella. Era un movimiento inexperto pero que estaba haciendo sentir a Sukuna tan excitado que parecía increíble sentir que tener sexo enamorado, era totalmente diferente a cuando se hacía por pura inercia.
Continuó con ello por varios minutos hasta bajar el rostro sin avisarle nada, introduciendo en su boca el miembro de Sukuna. Su lengua viajaba por la base de su miembro y se detenía en el glande para apoyarla ahí, el poder darle placer también lo tenía excitado y lo confirmaba al sentirlo. Sin parar, dejó un rastro de saliva ahí mismo, hasta que Sukuna tomó su barbilla alzándola para poder ver su rostro.

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Brokendate.
Fanfiction-¿Qué apostamos si ese chico está loco por mi a final de mes? -Sukuna, él no se ve así. Es Megumi Fushiguro. Está lejos de tu liga, y aunque no fuera así, no puedes jugar con él. Y Sukuna, listo para poner su plan en acción, ignoró que el corazón d...