15. High and dry.

3.7K 422 76
                                        

El ser un estudiante universitario le acababa la vida a Megumi.

A veces, no entendía como Sukuna parecía ir tan tranquilo estudiando y con su banda. Estaba seguro que no le importaba realmente y era una cuestión más de orgullo o si es que sus padres, de los cuales nunca le había hablado, lo obligaban para que se fuera de casa con una excusa viable.

Había tantas cosas que no conocía de él.

No sabía cuál era su comida favorita, o qué le daba asco, tampoco sabía si sus padres eran buenas personas, o si realmente se preocupaban por él. No sabía mucho y eso, más que alejarlo, le hacía tener una extraña dependencia a querer conocer todo eso.

Megumi dejó las cosas a un lado y se tiró a la cama junto con sus perros. Era de noche y al ver la ventana notó las estrellas. No se veían ni de cerca iguales que las que había visto con Kamo.

Algo de él, le hacía recordarlo siempre. Pero era distinto, no era como si quisiera romperle el corazón, pero la manera en la que lo quería, era diferente. No negaba que le atraía pero, después de todo. ¿Por qué no aceptar lo que le ofrecía? Megumi se reprendió por esa idea, quería a Sukuna y el aceptar a Kamo, era algo que podía lastimarlo en el proceso.

No podía pensar en eso y cada vez que lo hacía, volvía a él. Todo le hacía ponerse una piedra en el camino, porque una parte suya lo esperaba y sentía que, su primer amor, se sentía como el único. La calma que sentía en el pecho de Ryomen las veces que alcanzó a dormir en él, se sentía como nada en el mundo, cómo si ese espacio entre su cuello estuviera totalmente preparado para él. Y eso, le hacía esperarlo dentro de sí, negarse a hacer otra cosa, porque quería y no quería volver ahí.

——————————

—Esta noche fue espectacular. ¡No tengo palabras para descubrirla por completo!

—Cierto. Hoy definitivamente tocamos mejor de lo que lo hicimos en cualquier otra noche.

—Asi es. Y por eso tengo algo que decirles. Es importante hijos de puta, quiero que me agradezcan por esto porque realmente es una bomba.

—¿Qué? Deja de hacerte el misterioso, Geto.— mencionó Mahito, tomando una cerveza para dejar caer su cuerpo sobre el sofá, totalmente abatido.

—No, de hecho es algo que debemos meditar. No sé si tú y yo precisamente. Si no más bien, él. —apuntó a Sukuna, con el dedo fijo mientras sonreía.

—Vaya. ¿Yo? Dudo tener algo que "meditar". Si no es nada importante, prefiero pasar. —mencionó un Sukuna cansado, cerrando por un instante los ojos.

—Bueno... Pues tenemos una oferta. —soltó Geto rápidamente, como si de eso su vida dependiera. —La cuestión es que tendríamos que firmar para viajar a Estados Unidos y grabar. Es una oportunidad de oro, realmente pocas bandas la tienen y sé que puede ser muy complicado, pero yo sé que estamos más que listos. Ya nos queda chica la ciudad... Es ahora o nunca.

—Dude... ¿Lo dices en serio? Porque si es así... Creo que debe pensar en la universidad. —musitó, apuntando al de cabello rosa. —¿Tu realmente a eso quieres dedicarte, o estás al cien por ciento con la banda? —cuestionó el del pelo azul, con la mirada fija en Ryomen intentando leer sus pensamientos al verlo ya más animado, sin poder creer que les hubiera dicho la noticia de forma tan abrupta.

—Estoy en esto. Realmente lo estoy. No tengo de otra, quiero demostrar que podemos hacerlo. Salir de aquí, triunfar. Realmente lo quiero porque sé que podremos. —asintió, intentando no caer en la ansiedad de sus pensamientos por un instante.

Brokendate. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora