Brokendate.

23. Fine line.

[5:30 PM. Cliente #14]

"Hola. Soy yo quién habla para agendar lo de la casa."

[ 3:32 Megumi ]

"Bueno, no será problema. Mañana podré verla. Todos esos detalles ahí. Así podré decirle que vamos a necesitar.

[ 3:34 Cliente #14 ]

"Espero no se retracte, si le soy sincero. Es un trabajo un poco complicado."

Megumi bajó la vista esperando haber leído bien. El mensaje era un poco confuso y parecía tener algo oculto, pero no mencionó nada. Mordió su labio pensando en que contestar y tecleó para luego borrar.

[3:40 Megumi ]

"No lo creo. Hasta mañana, buenas noches."

Megumi dejó a un lado el celular. Ni siquiera le había comentado a nadie más que había vuelto a Tokio porque sería bombardeado de mensajes al instante. Sabía que Maki y sus amigos estaban ahí y que querrían verlo, incluso Kamo había viajado para ver a sus padres que casualmente, también estaban de visita, guardando el secreto de igual forma para tener un pequeño espacio vacío y pudiera trabajar con calma al día siguiente.

Todo era tan extraño. La sensación de poder ver a su papá le agradaba pero no le emocionaba mucho estar en el lugar dónde su corazón básicamente lo dejó sin ganas de volver a tener una relación. Decidió dormir, el día siguiente sería cansado y tendría que ver a Toji y que estuviera bien. Cómo tal, fue envuelto en sus sábanas del hotel y durmió, dejando que las horas pasaran e hicieran su trabajo.

Del otro lado del celular, un frenético Sukuna intento guardar la calma pero los gritos de emoción de Nobara no lo dejaban. No sabía si gritaba por encontrarse con su mejor amigo después de tanto tiempo o por lo que estaba haciendo, ambas cosas le parecían totalmente una locura.

-No puedo creer que sigas enamorado de Fushiguro. ¿Qué fue lo que te hizo? Me pediste el amarre para él, no para ti...

-Bruja del mal y ni así me ayudaste. -Bromeó, tomando su cerveza para darle un buen sorbo.

-¡Y mírate! Estás cambiado. Estás más musculoso y tienes más tatuajes. Te he visto por todos lados pero tenerte en persona es distinto. Que pasta podría cobrar por vender esta exclusiva... "Sukuna, el gran cantante rogándo por la atención de un arquitecto famoso de Japón".

Sukuna soltó una risa. Negando con la cabeza se encargó de volver a abrazar a Nobara. La había extrañado tanto que pensaba en llevarla de gira si no estuviera con todo sus asuntos importantes en Japón.

-Estoy muy nervioso. Cuando descubra que fui yo quien es ese cliente y que quiero que arregle la casa de mis padres querrá matarme.

-No lo hará. Es tan profesional que seguramente no te dirija la palabra, te tratará cómo un cliente más y listo.

-¿Estás conmigo o no?

-Bueno, es que hay que ver todas las posibilidades... Tiene tiempo sin estar en Japón. Si aceptó quizá es que quiere ver a su papá y más dinero porque todo esto te va a costar muchísimo.

Sukuna asintió. Sabía que los precios serían elevados pero tenía de sobra con todo lo que había ganado sus cuentas solo hacían más que crecer. Sucedía que no tenía un extravagante modo de vida y como tal, tampoco gastaba demasiado. Sentía que en ese aspecto, sí que estaba madurando.

-Asi es. Pero no importa, tengo dinero hasta para ponerte una casa a ti también y tener unos diez hijos con Megumi. No me importa una mierda nada.

Nobara soltó una carcajada ruidosa. No tenía sentido lo que decía pero definitivamente a pesar de ver más maduro a su amigo, el sentido del humor no se había ido para nada.