14. Superposition.

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Los días siguientes todo pasó de una manera en la que Megumi ni siquiera podía explicar que sentía.

Si había llegado a pensar en Kamo, era simplemente para intentar no volver a recaer en el montón de pensamientos que llenaban su mente convirtiendo todo en un ambiente completo de incertidumbre. Pero era un poco tarde para ello.

Los días seguían y aunque la comunicación había parado un poco porque Megumi se sentía tan lleno de dudas, intentó concentrarse totalmente en sus proyectos. Kamo, aprovechaba para hacer lo mismo, intentando no pensar bastante en todo lo que había descubierto de sus propios sentimientos.

Kamo había recordado que a Megumi le gustaban las estrellas y eso le permitió tener una mejor instancia de saber qué hacer. No era una guerra por completo establecida, pero sabía que tenía que hacer algo. No veía a Megumi como un objeto, pero le dolía que pudiese estar alejado de él y eso le permitía actuar de aquella manera, quería más de al menos, su amistad.

Ésta vez no le pidió ayuda a nadie. Sintió que todo aquello era parte de él, algo que quería ofrecerle a Megumi, antes de que sucediera cualquier cosa. Antes de que el tiempo le permitiera poner fin a sus planes que habían nacido de un mero sentimiento de lo que sentía por él, cosas que se le ocurría porque, en efecto:

Era su primer amor.

La primera muestra de querer a alguien. De querer tenerlo cerca y soñar con tomar su mano. Todo había pasado tan rápido que su mente solía recaer en un estado constante de preguntas. ¿Será en serio todo esto? ¿Qué es lo que siento por Megumi? E incluso, el llegar a pensar en ser un mero capricho le pasó por su mente. Pero no funcionaba de esa forma, porque para empezar, no le había gustado alguien, y mucho menos un hombre.

Arreglando todos los detalles se dió cuenta de lo increíble que era estar con Megumi. El día que decidió pedirle una oportunidad al menos para poder conocerlo, había llegado y con ello, el plan que tenía en mente había comenzado.

Sin hablar más de ello y al volver a tener contacto con Megumi, todo parecía ir mejor. Simplemente, tardó un poco más en pedirle salir con él una vez más sin sus amigos y eso, lo hacía sentir extraño. Podía tener todo, pero a veces su seguridad era algo que le hacía dudar inclusive en sus mejores momentos.

—Tengo listo todo para la noche. Le pedí a Megumi salir y le confesaré todo esto.

—¿Que es todo para ti?

—Le diré que siento. No puedo esperar. Creo que no me queda mucho tiempo, imagina que mis padres simplemente me digan que no. ¿Tendría que irme del país? ¡Estoy dispuesto!

—Kamo... ¡Espera! No te adelantes a las cosas. ¿Está bien? Tus padres el otro día bromearon incluso con eso, que no les importaba con que salieras con alguien ya.

—Igual y no necesito de la aprobación de nadie. Lo haré. Y si él no quiere, al menos que me deje intentar estar cerca de él. Es todo lo que pido.

—Espero que todo salga bien. Lo mereces, eh. —respondió Toge, con una sonrisa.  —¿No te falta nada? Puedo ayudar si quieres. Pero por favor, otro mental breakdown no...

                          [————]

Y así, Megumi, hacía como si nada de eso estuviese sucediendo. Cómo si todo estancamiento tuviera que suceder por si solo y pasar de la misma forma. No podía hacer mucho de igual forma, todos sus empeños los ponía en sacar adelante sus estudios y en no decepcionar a su padre, que día a día se encargaba de entregarle lo mejor para que pudiera seguir con sus estudios. Lo entendía. Era su única prioridad después de dejar todo en manos del destino.

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