Organización Latinoamericana

Capítulo 11.2 2/2

México.
No me quejo, sí que es un día totalmente culero para salir a comer por la lluvia y todo, pero al final es algo reconfortante que todo salga "bien", si se puede decir así.

Será mejor que me asegure de que todo está bien, con eso de que se vino un aguacero, capaz y la casa donde están todos ya se inundó.

-- ¿Bueno?

-- ¿Mex? ¿Qué pasó?

-- Nomás llamaba para ver si todo está bien allá.

-- Sí, todo bien.
¿Y tú? ¿Te agarró la lluvia en plena cita?

Chingada madre, ya va a empezar.

-- Fíjate que sí, terminé toda mojada por la lluvia --escucho como empieza a reír.

-- ¿Valió la pena la comida?

-- Pues eran papas gratis, así que no me quejo.

-- Justo cuando te fuiste, pedimos pizza.

-- Y luego dices que soy yo la que no te quiere.

Hijos de la verga, ¡¿pidieron pizza cuando me fui?! No tienen madre.

-- Ya ni me pidas tus pinches galletas.

-- Tú me las debes porque le diste a Rusia, ¡no me canceles eso!

-- Pues parece que lo hacen a propósito --ahora sé lo que siente un hijo mayor promedio en latinoamérica.

-- ¿Méx?

-- ¿Mmm?

No había notado que China había llegado, ¿habrá escuchado?
Espero que no.

-- Bueno, ahí te ves, tengo que colgar.

-- ¿Qué? 'Pera-.

Terminé la llamada y guardé el teléfono, neta que putada sería si alcanzó a escuchar algo comprometedor.

-- Sé que no me incumbe, pero, ¿quién era?

-- Era un compa humano, algo así como un... ¿Secretario? --ojalá no sospeche.

Él solo parece restarle importancia a eso, por suerte.

-- ¿Qué te trae por aquí, wey?

-- Ah, nada, solo estábamos caminando Japón y yo por aquí.

-- Ah, mira, que bien.

Pongo una mano en mi cintura, me da la sensación de que no tiene ganas de hablar, o no sabe de qué hablar.

-- ¿Todo bien?

-- Sí, todo bien.

-- Es que parece que te pasó algo, ni hablas.