Muerta

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Made

El reporte de policía decía que estaba dentro de una tina. Agua fría.
Sumergida. Respirando. Me habían conectado a una máscara ligera que permitía respirar, y en la tina de metal había rastros de hielo disolviéndose.

Hace tres años me declararon totalmente una desaparecida. Pegaron fotografías mías con la dirección de mí casa y el número de teléfono de mí padre. Según me contaron:

1) Nadie llamó seriamente.

2) Con forme pasaban los meses, todos recordaban a una Madeline Muerta.

3) Toda Nina se volvió seca y fría desde que había desaparecido.

Sí que muevo al mundo...

Ahora, en el almacén donde me encontraron, analizaron aparatos, bombas y conductos de agua, ya que aún no encontraban la verdad.

—El punto es que ella está viva. Y no sabemos cómo. Digo, en la actualidad secuestran a las chicas para prostituirlas, vender sus órganos... pero no para mantenerla bajo el agua esperando a que su piel se convierta en pasas—En parte, el comandante tenía razón. No hay lógica exacta de lo que había pasado—, A menos que un enamorado tuyo de verdad, de verdad estuviera loco y quisiera tenerte a la fuerza.

—No recuerdo a nadie que quisiera hacerme eso. Mi relación en la escuela, en el pueblo y con las personas a mi alrededor era neutral. Sin problemas.

—Nina es popular por su hipocresía en el aire. —Renegó. — ¿Acaso no has visto a las señoras de alta sociedad masacrarse entre ellas mientras se volteaban?

—Las recuerdo— Eran peor que las cámaras de vigilancia de un banco. Conviví con ellas un par de veces, pero las de la "divina sociedad" se llevan el premio mayor.

— ¡Madre mía, mi amor!—No había tenido la oportunidad de encontrarme con mi familia hasta después del interrogatorio y reposo. Ella cuando me vio, saltó de la silla de plástico y corrió hacia mí. Mi padre y mi hermana la siguieron. —Ya no tenía esperanza. Pensé que ya no te volvería a ver. Mi pequeña—Sentí sus lágrimas salir. Al igual que las de mí padre y las de Linda. Yo no derrame lágrimas.

Suspiré. —Ya estoy aquí. No pasará nada—Los ojos de mi madre reflejaban tristeza y alegría.

Papá se acercó y me había dado un abrazo junto con mi hermana. Para después decirme cuanto me querían y por último. Irnos a casa.

—Todos se enteraron de tu llegada. Están ansiosos por verte otra vez—Me encantaban los ojos de Linda. Tan pacíficos y delicados como ella.

—Solo quiero ir a casa. Y dormir.

¿Dormir? Mad... has estado haciendo eso por años. No puedes estar hablando en serio.

—Ni siquiera sabemos eso... pero de verdad... —Bufé— Estoy cansada. No tengo ánimos de nada.

—Mamá... —Linda llamaba desde el asiento trasero del coche—. Tu hija está en total depresión.

—Es justificado que quiera dormir. Hacerlo en el agua no debe ser tan cómodo— La rubia mayor hizo un intento por sonreír desde el asiento del copiloto... muh, no lo logró

Que no dormí en el agua, carajo.

Me habían asignado mí antigua habitación. Tenía los mismos colgantes que había dejado, los mismos retazos de tela enredados en la cabecera de mí cama. Igual que hace años. La cama seguía igual de cómoda.

No recuerdo como desaparecí... pero no me arrepiento.

Me atendían. Me daban de comer y recibía todo lo que necesitaba. Todo parecía que tenía un punto de desenfoque. Me daban libros y yo los leía. No decía nada.

Escuchaba una conversación a gritos desde la tina. Todo se veía borroso... Pero eran dos hombres.

Lo peor de todo era que nunca tenía una vistafija, cada fragmento incompleto, cadaimagen siempre rota.





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