Rojo: Edward Delevingne

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—Lástima que su memoria haiga fallado—La pelirroja susurró en mi odio—.Dicen que es muy inteligente, que por eso mismo no quiso ingresar a una carrera. Quizá el año que viene pueda ingresar a una facultad—Había conseguido una cita con ella, la cual era esa noche. Pero por ahora, ella me daba un adelanto.

—Quién sabe. Desde que apareció no he hablado con ella. Gabe me decía que estaba bien y recuperándose.

—Oye—Camino hasta estar a mi lado y se sentó en mis piernas—. ¿No has sabido nada de Gabe y su padre? ¿Por qué no ha estado viniendo a clases?

Iba a hablar, pero los ojos verdes llegaron al aula.

— ¡Vaya! ¡Mira quién sale de la obscuridad!—Camille (La pelirroja) grita a todos.

—Yo te he extrañado demasiado también, Cam—Para las vacaciones que se tomó... no se ve tan diferente.

—¿Ha donde te has ido, tipo? —Pasó sus brazos alrededor de mi nuca, para evitar que se resbalara. Pero con esa falda, era imposible caerse.

Gabe sonrió mientras se acercaba a nosotros y se pasaba la mano por el cabello.

—Fui de vacaciones con mi madre a New York. Mi padre no quería que estuviera involucrado en el asunto del secuestro—Claaro, y yo soy una piña.

—Que bien por ti. Me da mucho gusto—Dije—. ¿No has visto a Negro por aquí?

Cam interrumpió con su dedo.

—Creo que estaba en el hospital por un paro cardiaco. Ya no he sabido del desde el pequeño incidente en el hospital el otro día. ¿Han sabido algo de Madeline?—Me tensé. Gabe lo noto y continúo revolviendo su cabello.

—Solo que está en el hospital por un accidente de coche. Sigue ahí en recuperación—Gabe comenta y me mira. Me encojo de hombros.

—Dicen que perdió la memoria—Siguió Camille—. ¿Los reconoce?—Nos miró a los dos y dije.

—La última vez que fui, estaba inconsciente. No he tenido la oportunidad de irla a ver en estos tiempos...

Gabe interrumpió.

—Ya despertó—Trague saliva. ¿Qué?

— ¿Ah sí? Me alegró por ella—Dije sin ánimo. Gabe frunció el ceño en mi dirección. Sabía perfectamente lo que pasaba.

—Hace unos días. Ella está bien. Solo Linda y su padre han entrado porque se encuentra en una de esas fases de reconocimiento de familiares. No recuerda nada más que cosas insignificantes—Camille hizó una mueca en el instante en que el Sr. Decker entraba al aula.

—Siento la tardanza, jóvenes —Dijo—. Chicas, dejen de follar a sus novios y colóquense en su lugar. Igual para los chicos —Se dejó caer en su silla detrás del escritorio.

Camille se alejó de mí después de un beso rápido y Gabe la siguió para dejarse caer a un asiento frente a mí.

Ya despertó.

Despierta.

Despierta.

Sus ojos abiertos y azules como el agua.

Necesitaba tramitar el intercambio ya.

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