01.01 | 𝑴𝒂𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐

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Hayley se despertaba con la luz del sol que entraba por su ventana y alumbraba en sus ojos color almendra. Admiraba esos pequeños momentos, en los que la casa estaba en silencio y entraba ese aire puro que inundaba la habitación. Aunque, lamentablemente, no eran duraderos. Entró su hermana menor y se abalanzó a ella sin pensarlo dos veces.

-¡Coraline!- Gritó la chica empujando a su hermana de la cama para que esta saliera de su pecho.

Su hermana cayó de la cama, la cual era bastante alta.

-¡Auch!- Se quejó la pequeña.

-Vamos, te lo merecías.

Su hermana se levantó del piso y se acercó a la puerta, pero antes se dio vuelta y dio su último comunicado.

-Vicent te quiere abajo en 20 minutos- Dijo para después irse de la habitación.

La chica de inmediato se levantó y se dirigió a su ropero. Se colocó un vestido con mangas largas y blancas, el centro del vestido era de un color rosa suave. Acto seguido, cogió un lazo del mismo color de su vestido, haciendo que este combinara. Una vez vestida, bajó en cuestión de segundos a la cocina.

-¡Buenos días!- Saludó Hayley bajando las escaleras.

Allí la esperaban desayunando su hermano mayor, Alexander, su mayordomo, Vicent, - quien era casi de la familia - y por último su hermana, un poco más menor que ella, Coraline.

-Su padre fue a trabajar y su madre fue a visitar a unas amigas- Aclaro su el hombre mientras servía el desayuno de los niños.

-Que raro que mamá vaya a visitar a sus amigas un martes, siempre va los sábados o domingos- Dijo confundida la mediana mientras se sentaba en su silla.

-Pensé lo mismo- Habló la hermana pequeña mientras juntaba una cucharada colmada de cereal y luego la llevaba a su boca.

-Vamos niños, se les hace tarde para la escuela- Anunció Vicent mientras recogía los platos de los niños para luego lavarlos.

-Vicent, todavía no terminé mi desayuno- Exclamó la joven.

El mayordomo le devolvió su plato

-Terminalo en el camino.

-Gracias, Vicent.

Los jóvenes agarraron sus pizarras y emprendieron camino a la escuela.

(...)

-Miralo, es tan lindo.

-Amber, son todos iguales.

-¡Claro que no! Oliver es distinto- Dijo la rubia, mejor amiga de Hayley,  sin sacarle la mirada al joven.

-Sinceramente, no le veo nada de diferente- Hablo por última vez la compañera y volvió su mirada a la pizarra, en la que pintaba el paisaje que le brindaba la ventana de su escuela.

-¡Niños! ¡Atención aquí!- Llamó la profesora a sus alumnos, a lo que estos hicieron caso.

La clase había pasado muy lento, por lo menos para Hayley, geometría no era lo suyo.

(...)

-Tengo un mal presentimiento- Le susurró Coraline a su hermana, con quien estaba esperando a que el mayor saliera del colegio, ya que se había quedado hablando con su amigo.

-¿De que trata ese "presentimiento"?.

-No lo sé, supongo que pronto lo descubriré.

-Vamos- Dijo su hermano esquivandolas y adelantándose, dejando a sus hermanas detrás.

-No te hagas tanto problema, tranquila- Le aconsejó Hayley a su hermana.

-No lo sé, tal vez tienes razón - Contestó la otra sin mirarla a los ojos.

-¡Callense ya!- Gritó el mayor quien estaba unos pasos más adelante que sus hermanas.

Este grito hizo que sus hermanas permanecieran calladas.

-Alguien está enojado- Le susurró Coraline a su hermana.

-¿¡Que parte de "callense" no entendieron!?- Volvió a gritar Alex.

Hayley y Coraline cruzaron miradas y una risa  silenciosa para luego continuar con una tranquilo viaje de regreso.

TUS OJOS MÁGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora