¿
Por qué tenemos que traer comida?.
-Porque dicen que la segunda manera en la que enamoras a un hombre es por el apetito- Respondió Ruby.
-Me parece absurdo, un hombre tendría que enamorarse de mi por lo que soy, no por la comida- Aportó la pelirroja.
-Coincido con Anne- Comentó Hayley.
-Buenas tardes, Ministro. Estoy aprendiendo a hornear. ¿Le gustaría un panecillo?.
-Con mucho gusto- Aceptó -Esto es un trabajo muy pesado- Acto seguido, agarro un panecillo y se comenzó a secar la frente con un trapo.
-Miren. Es la rara y sus nuevas gemelas- Habló el rubio mientras trabajaba en el techo.
-Mientras traigan comida, no me importa si es Quasimodo- Respondió el morocho.
-Qué par de imbéciles- Pensó la protagonista.
Ruby estaba tan concentrada en Gilbert que tropezó. Y luego comenzó a llorar en el lugar.
El rubio comenzó a reír.
-Las niñas son unas inútiles- Le dijo Billy a su compañero, Gilbert, el cual no le prestó atención -Mejor se hubieran quedado en la cocina.
-¿Quién te piensas que eres para decir eso?- Le preguntó furiosa la protagonista.
-Vayanse y cocinen más galletas.
-Enterate; ya lo hicieron- Comentó Gilbert.
-Esta es propiedad de Ruby, ¿Ya lo olvidaron?- Agregó la pelirroja.
-¿Ustedes por qué no se van? Así dejan trabajar a los hombres.
-¡Dame ese martillo, nosotras haremos el trabajo ya que estás demasiado ocupado molestando a los demás!- Le grito Hayley.
Después de eso todos los hombres se comenzaron a reír. Gilbert había bajado del techo para ayudar a la niña que aún seguía en el piso.
-Ruby, permiteme- Actos seguido, la ayudó a levantarse -¿Estas bien?- Le pregunto.
Este agarro su gorro y le sacó la tierra con la mano.
-Aquí tienes- Dijo después entregarle su gorro.
El direcciono su mirada a Hayley, esta rápidamente lo evadió mirando a Ruby.
-Gracias, Gilbert.
-Si, de nada. Gracias a ustedes por pasar y ayudar a alimentar a las bestias.
Hayley no lo pudo evitar e hizo contacto visual con el chico. Este le regaló una sonrisa.
-Vamonos, chicas. Las acompañaré a su casa- Dijo la protagonista llevándose a la pelirroja y a la rubia.
-Gilbert es tan caballeroso.
-De que es algo, es algo- Respondió la morocha.
(...)
-La reunión inaugural del Club de Historias de Avonlea entra en sesión- Anunció la pelirroja.
-Oh por dios, Anne. Esto es tan... tan...- Diana no encontraba la palabra para describirlo.
-¿Deliciosamente secreto y exquisitamente emocionante?- La completó Anne.
-Que hábil eres con las palabras- La halago Hayley.
-La mitad del tiempo no sé lo que dices- Comentó la rubia a lo que todas rieron.
-Gracias. Antes de comenzar a cultivar nuestra imaginación, cada una eligiera su nom de plume.
ESTÁS LEYENDO
TUS OJOS MÁGICOS
Fanfiction-𝘊𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢, 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰- 𝘥𝘪𝘫𝘰 𝘦𝘭 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘳𝘰𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯.
