07.01 | 𝑫𝒆𝒎𝒂𝒔𝒊𝒂𝒅𝒐 𝒐𝒄𝒖𝒑𝒂𝒅𝒐

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¿

Por qué tenemos que traer comida?.

-Porque dicen que la segunda manera en la que enamoras a un hombre es por el apetito- Respondió Ruby.

-Me parece absurdo, un hombre tendría que enamorarse de mi por lo que soy, no por la comida- Aportó la pelirroja.

-Coincido con Anne- Comentó Hayley.

-Buenas tardes, Ministro. Estoy aprendiendo a hornear. ¿Le gustaría un panecillo?.

-Con mucho gusto- Aceptó -Esto es un trabajo muy pesado- Acto seguido, agarro un panecillo y se comenzó a secar la frente con un trapo.

-Miren. Es la rara y sus nuevas gemelas- Habló el rubio mientras trabajaba en el techo.

-Mientras traigan comida, no me importa si es Quasimodo- Respondió el morocho.

-Qué par de imbéciles- Pensó la protagonista.

Ruby estaba tan concentrada en Gilbert que tropezó. Y luego comenzó a llorar en el lugar.

El rubio comenzó a reír.

-Las niñas son unas inútiles- Le dijo Billy a su compañero, Gilbert, el cual no le prestó atención -Mejor se hubieran quedado en la cocina.

-¿Quién te piensas que eres para decir eso?- Le preguntó furiosa la protagonista.

-Vayanse y cocinen más galletas.

-Enterate; ya lo hicieron- Comentó Gilbert.

-Esta es propiedad de Ruby, ¿Ya lo olvidaron?- Agregó la pelirroja.

-¿Ustedes por qué no se van? Así dejan trabajar a los hombres.

-¡Dame ese martillo, nosotras haremos el trabajo ya que estás demasiado ocupado molestando a los demás!- Le grito Hayley.

Después de eso todos los hombres se comenzaron a reír. Gilbert había bajado del techo para ayudar a la niña que aún seguía en el piso.

-Ruby, permiteme- Actos seguido, la ayudó a levantarse -¿Estas bien?- Le pregunto.

Este agarro su gorro y le sacó la tierra con la mano.

-Aquí tienes- Dijo después entregarle su gorro.

El direcciono su mirada a Hayley, esta rápidamente lo evadió mirando a Ruby.

-Gracias, Gilbert.

-Si, de nada. Gracias a ustedes por pasar y ayudar a alimentar a las bestias.

Hayley no lo pudo evitar e hizo contacto visual con el chico. Este le regaló una sonrisa.

-Vamonos, chicas. Las acompañaré a su casa- Dijo la protagonista llevándose a la pelirroja y a la rubia.

-Gilbert es tan caballeroso.

-De que es algo, es algo- Respondió la morocha.

(...)

-La reunión inaugural del Club de Historias de Avonlea entra en sesión- Anunció la pelirroja.

-Oh por dios, Anne. Esto es tan... tan...- Diana no encontraba la palabra para describirlo.

-¿Deliciosamente secreto y exquisitamente emocionante?- La completó Anne.

-Que hábil eres con las palabras- La halago Hayley.

-La mitad del tiempo no sé lo que dices- Comentó la rubia a lo que todas rieron.

-Gracias. Antes de comenzar a cultivar nuestra imaginación, cada una eligiera su nom de plume.

TUS OJOS MÁGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora