17.02 | 𝑳𝒖𝒛

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Hayley's pov

-La ciencia cambia el mundo para bien. ¿Alguien sabe lo que es la electricidad?

-¿La luz?- Contestó Anne.

-Sí, ¿y?

-¿Una forma de energía?- Contestamos Gilbert y yo a la vez.

-Correcto. La electricidad es una forma de energía. Si han visto una tormenta, com grandes rayos que caen del cielo, eso es electricidad. Es algo poderoso.

Estaba conectando papas, con clavos, clavos y monedas. Creo que en ese punto nadie lograba descifrar lo que iba a hacer.

-Un rayo es un repentino pico enorme de electricidad, entre el cielo y la tierra. Las corrientes eléctricas viven dentro de átomos. Y los átomos son pequeñas partículas que forman toda la materia. Son tan pequeños, que se necesitan millones y millones de ellos solo para formar algo útil, como un clavo- Nos mostró uno de los clavos que estaba utilizando -Todos los objetos que ocupan un espacio y tienen masa se llaman materia. Todo está formado de materia. La tarta de chocolate está formada de materia. Estas paredes, esta escuela, son materia. Ustedes son materia. Hoy, sin una fuente de energía estándar como las de las grandes ciudades, haremos nuestra propia corriente eléctrica para encender... una bombilla.

Alzó una bombilla, en Avonlea no se acostumbraba ver de esas. Ya había olvidado como eran.

-¿Cuántos han visto una?

-En Nueva York- Contestó Gilbert.

-En Cherlottetown- Respondí.

-Bueno, con una bombilla, los científicos encontraron la forma de enviar corrientes eléctricas, átomos que transportan energía, a un recipiente lleno de gas. Un tipo diferente de átomo. Y cuando esos dos átomos se encuentran, intercambian energía y crean...

-Luz- Respondimos Gilbert, Anne y yo a la vez.

Parece que hoy estamos todos conectados.

-Entonces, aquí en Avonlea, con un poco de ingenio y unas papas de la isla Príncipe Edward, tenemos electricidad.

De pronto la bombilla se prendió, era increíble. La señorita Stacy nos había enseñado a hacer luz. A crear luz. Todos comenzaron a aplaudir. De pronto se escucha una voz detrás. Cuando nos damos vuelta, estaban todas nuestras madres en la escuela.

-Hola- Las saludó amigablemente Stacy -Llegan a tiempo. Estábamos iluminando nuestro día. ¿Nos acompañan?

Stacy se acercó a la madres.

-La señorita Stacy es maravillosa- Me susurró Anne.

-Sí. Espero se quede con nosotros por mucho tiempo.

-¿Esto sabe a chocolate?

Al darnos vuelta, Moddy estaba por chupar el alambre.

-¡No!- Le gritamos todos a la par.

Pero fue tarde, lo había lamido. Parece que le agarro una corriente, tiro la papá al piso y con ella la bombilla.

-¡Todos quédense en sus lugares!- Ordenó Stacy -Mantengamos la calma. Por lógica, no hay vidrios bajo sus pies. Y quiero que siga siendo así. Traeré una escoba.

Este pequeño error, que ni siquiera fue su culpa, puede echar a perder el trabajo de Stacy. Y probablemente así sea.

(...)

-Escribí un nuevo cuento, te encantará.

-Leemelo cuando lleguemos al club, así es más excitante.

Con Anne caminamos unos pasos más, y nos encontramos con algo que hubiese deseado nunca ver. El club de lectura estaba destrozado. Las obras con arcilla de Cole que había dejado fuera del club para que se secaran estaban partidas en pedazos. Algunas estaban cortadas de la cintura para arriba. Era una horrible imagen. Cuando menos me di cuenta, mis lágrimas estaban cayendo. Ese club se había vuelto mi segundo hogar. Allí iba cuando estaba triste o necesitaba inspiración. Me aterrorizaba pensar como iba a encontrarme mis pinturas con las que decoraba el club. Giré para ver a Anne, estaba igual que yo. Paralizada y llorando. Anne y yo nos agarramos de las manos y caminamos hacía el club, o lo que quedaba del club. De pronto llegó Cole corriendo, se frenó a ver el club en ese estado.

-Me dalataste- Gritó Cole -confiaba en ti.

No sabía de lo que hablaba.

-¿De qué estás hablando?

-Anne trajo a la maestra aquí. Le habló de mi. ¿Tan desesperada estás por caerle bien? La profesora le dijo a mis padres que no voy a la escuela.

-Trataba de ayudar- Le dijo Anne con su voz rota.

En el rostro de Cole se notaba decepción y furia.

-¡Arruinaste mi vida!

-Chicos, por favor- Intenté de calmarlos aún impactada por el estado en el que el club estaba.

-Ahora nunca me dejarán salir de la granja, ni siquiera para ir a la escuela. Se acabo. No tengo nada. Ahora, ¿quien hizo esto?

-No lo sé.

-¿A quién más le mostraste el lugar?

-¡A nadie!

No sabía cómo actuar, ni como intervenir. De pronto Cole se agachó y agarró una bufanda. La observo por unos segundos y luego salió corriendo. Con Anne nos miramos, ambas llenas de lágrimas, y corrimos detrás de él.

(...)

Desde lo lejos vimos como Cole entraba a la escuela. Con Anne comenzamos a correr más rápido. Cuando entramos, estaba Cole tirando a Billy al piso.

-¡Cole!- Fue lo único que pude gritar.

Quise intervenir, pero Gilbert me frenó.

-¡Dejame!- Le grité intentando escapar de sus brazos que me acorralaban -¡Es mi amigo! ¡Lo tengo que ayudar!

De pronto se escuchó como si algo se quemara. La oreja de Billy había chocado contra la estufa. Estaba gritando, Prissy corrió hasta Billy, puso su cabeza en sus piernas y empezó a maseajear su cabello para tranquilizarlo. Stacy salió de la sala de maestros por los gritos. Logré escapar de los brazos de Gilbert y corrí hasta Cole. Estaba en el piso aterrado, me senté a su lado y lo abracé. Unos segundos después, se levantó bruscamente, dejándome sola en el piso, y salió corriendo.





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