04.03 | 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒖𝒑𝒊𝒅𝒐, 𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝑩𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆

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Hayley pov's

-Estoy nerviosa. ¿Y si no le gusta? ¿Y si sale corriendo?- Decía Ruby mientras daba vueltas alrededor de la sala.

Me harté de escucharla pensar negativamente, así que la agarre con de los brazos, haciendo que frenará.

-¡Ruby!- Le grité, a lo que ella se paralizó -Todo saldrá bien, tranquila- La intenté tranquilizar bajando mi tono de voz.

Se escapó de mi, no la estaba agarrando tan fuerte, volvió a caminar al rededor de la sala.

-Todo saldrá bien, Ruby. Tranquila- Se repetía a sí misma en voz baja.

-¡Diana y Anne están aquí!- Anunció Cori mientras miraba por la ventana -¡A sus lugares!

Ni bien Anne entró, todas gritamos "¡sorpresa!" A la vez.

-Espero que te hayas preocupado por mi- Le dijo Mini May.

No pude evitarlo y me lancé a abrazar a Anne. Estaba llorando, sentí como sus lágrimas caían por mi hombro. Sabía que no eran lagrima de tristeza, sino de felicidad.

-¡Feliz cumpleaños!- Le dije al separarme.

-Gracias, Ley- Me respondió limpiando sus lágrimas.

Tillie vino y agarró de la mano a Anne.

-¡Vamos!

"Feliz cumpleaños" le decían todas cuando Anne pasaba por al lado de ellas. La llevamos hasta la mesa dulce.

-¿Hicieron todo esto?

-Todo para ti- Le contestó Diana.

(...)

Esa tarde fue de maravilla. Nos quedamos hasta que se hizo de noche. Ese día reímos como nunca. Fue la primera vez que estábamos todas las chicas de la escuela juntas y sin pelearnos. Cuando me estaba despidiendo, decidí que sería el momento correcto para darle mi regalo a Anne.

-¿Anne?

-¿Si?

-Tengo tu regalo- Le anuncié.

-Oh, Ley. No hacía falta.

-Claro que lo hace. Fuiste mi primera amiga- Me acerque a ella y le susurré -Entre nosotras, eres mi favorita- Me alejé y ambas reímos.

Me acerqué a la habitación de Diana, dónde tenía mi regalo escondido. Lo agarré como pude y lo llevé hasta donde estaba Anne. Era un cuadro de ella junto a la naturaleza. Estaba como conectada con ella. Cuando se lo entregué, Anne se quedó unos segundos mirándolo. De pronto lágrimas comenzaron a escapar y deslizarse por sus mejillas. Dejó el cuadro a un lado y me abrazó.

-Gracias, Hayley. Es el mejor regalo que pudiste haberme dado- Me susurró.

-Te lo mereces, Anne- Le respondí mientras me separaba de ella -Adios, me tengo que ir- Le avisé mientras salía.

(...)

-¿Estás segura de que tienes todo? ¿El billete del tren y del ferry?

-Sí.

-Solo Dios sabe qué pasaría si quedas varada y... Cielos, Anne- Marilla le pasó la lengua a uno de sus dedos y comenzó a borrar una mancha en la frente de Anne.

-Marilla- Intentó llamar su atención Anne.

-El aspecto de importante. Si pareces una vagabunda, atraerás el peligro. ¿Sabes qué gente viaja en el tren?

-Yo. Viajo en trenes y lo hice muchas veces sin ti. Y te recuerdo que tengo experiencia.

-Matthew, dale otra moneda para comida, por si acaso. Sabes cómo es durante sus aventuras- Marilla me miró -Se olvida de comer- Yo le asentí, ya lo sabía pero me quedé callada -De pronto, se desmaya y queda boca abajo en una zanja.

-¡Marilla!- Intervino Anne -Eso nunca pasó.

Gilbert me hizo señas de que vayamos a abordar el tren, y así lo hicimos. Gilbert y yo esperamos en la entrada de el tren.

-¿Alguna vez termino en una zanja?- Me preguntó riendo.

-Claro que no. Aunque muchas veces tuvo problemas por olvidarse de comer.

De pronto llegó Anne y subió al tren con nosotros.

Marilla le dio unas últimas indicaciones y subimos al tren.

(...)

El viaje fue normal. Charlamos poco, fue algo silencioso. Me la pasé observando a través de la ventanilla. Nada muy extraordinario. Gilbert nos dejó a mi y a Anne en la casa de la tía Josephine.

-Gracias.

-De nada.

-Te veremos en...- Se dio media vuelta y me ignoró, supongo que estaba apurado.

Me di vuelta, y vi a Cole bajando por las escaleras.

-¡Te extrañé demasiado!- Gritamos ambos a la vez.

De inmediato nos abrazamos. Me abrazó con tanta fuera que me levantó del piso y me dio una pequeña vuelta. Luego de unos segundos, nos separamos.

-¿Anne?

Me di vuelta para señalarle dónde estaba, pero cuando miré hacia atrás estaba corriendo en dirección a nosotros. Ni bien llegó, abrazó a Cole, al igual que yo. Creo que a ambas nos había hecho mucha falta su presencia.

(...)

-Anne, de verdad siento mucho que no hayas podido encontrar nada.

-Tranquila, no es tu culpa. Aunque tengo planeado volver, buscar con más profundidad.

Yo solamente le regalé una sonrisa.

-¿Gilbert? ¿Dónde estará?- Le pregunté a Anne.

-No lo sé- Empezó a buscar con la mirada -Mira, allí esta- Señaló un café.

Estaba junto a una chica rubia, tomando el té. Gilbert se paró para correrle la silla, está se tropezó y agarró su mano. Hicieron contacto visual por unos segundos, con su mano aún arriba de la de él. Mientras los observaba, juro que logré escuchar un "crack", y creo que fue proveniente de mi corazón. Aunque no tenía sentido, Gilbert era un amigo.

-Hayley- Me despertó Anne -Estas llorando.

¡Estaba llorando por Gilbert Blythe! ¡Por Dios! Nunca me vi llorando por un hombre.

-Oh, el viento- Mentí.

De un momento al otro Gilbert apareció al lado mío.

-¿Vamos?- Preguntó al llegar.

Sin dirigirle la palabra, me di media vuelta y me subí al tren. Solamente no quería hablarle, no me apetecía.

En el vagón, me quedé mirando la ventanilla todo el viaje, nuevamente.

(...)

-¡Hayley!

Me di vuelta, me encontré con Gilbert.

-¿Si?

-¿Estas enojada conmigo?

-No, claro que no. ¿Por qué debería de estarlo?

-No lo sé, no me hablaste en todo el viaje.

-Estaba cansada. Lo siento, tengo que irme, adiós - no quería hablar con él, algo me decía que no lo haga.

Comencé a caminar a casa. Pero Gilbert me detuvo agarrándome de la muñeca y haciendo que quedemos frente a frente.

-Suéltame- Me liberé de su agarre.

-Lo siento - se disculpó sacando las manos.

Se quedó en silencio, no me dijo nada.

-¿Querías decirme algo?

Gilbert pov's

-¿Querías decirme algo?

¿Cómo le digo que a la que quiero es a ella?

Me quedé tildado, no sabía que decir, me había quedado mudo.

-¿Gilbert? Bueno, adiós- Se dio media vuelta y se fue.

Eres un estupido, Gilbert Blythe. Eres un estupido por hacerle eso a Hayley, quien claramente no se lo merece.

TUS OJOS MÁGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora