01.03 | 𝑬𝒍 𝒂𝒓𝒕𝒊́𝒄𝒖𝒍𝒐

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Hayley pov's

-¡Anne!- Grité corriendo hasta ella.

-¡Hayley!

Cuando llegue hasta donde estaba, ambas nos abrazamos mutuamente y segundos después nos separamos.

-Pense que te había pasado algo. Me asusté.

-Estaba disfrutando la maravilla del bosque de Avonlea.

Ante esto, reí. La agarre de la mano y la llevé hasta donde estaban las chicas.

-Hola, Anne- La saludaron todas a coro.

Anne agarró el cuaderno del piso y le sacó la nieve que tenía en su tapa.

-Ruby, debías cubrir el juego. ¿Por qué el cuaderno está en el piso?

-Es solo un periódico escolar, Anne, no The Daily Telegraph- Le dijo Josie.

-Tranquila, Anne. Lo estoy cubriendo yo. Deje el cuaderno en el piso porque fuí a buscarte.


-¿Ruby no tendría que cubrir el artículo?- Me preguntó mientras me pasaba el cuaderno y la lapicera.

-Esta muy preocupada viendo a alguien- Contestó Josie riendo.

De pronto Billy frenó bruscamente frente a nosotras tirandonos bastante nieve en nuestro vestido. Nos pareció un acto gracioso, por lo que todas nos reímos.

-¡Sinvergüenza!- Le gritó Josie mientras reía y sacaba la nieve de su vestido.

En este año todos habían crecido, y mucho. Por fin, luego de unos lindos 5 años, crecí. No fue mucho, pase de tener un metro sesenta y dos a un metro sesenta y cinco. Anne había crecido muchísimo, su cabello estaba más largo que nunca. Ruby, la chica más baja de la escuela, se había vuelto de mi altura. Los varones, también crecieron, todos. Charlie debe llegar al metro noventa, o tal vez unos pocos centímetros menos. Alex también creció mucho, al igual que Gilbert. Moody estaba mucho más alto y flaco. Todos se había desarrollado.

De pronto Gilbert frenó frente a nosotras.

-¿Ruby no tenía que cubrir el partido?- Nos preguntó.

-Sí, pero esta muy preocupada viendo a alguien- Dijo Josie, prácticamente le estaba tirando una indirecta a Gilbert.

-Lo estoy cubriendo yo porque Ruby se olvidó- Contesté.

Gilbert sólo asintió y volvió al partido.
De pronto Anne se acercó a mi oído y me susurró:

-Gilbert sólo te miraba a ti.

Yo me alejé rápidamente de ella para contradecirla.

-¡No es cierto!

-Claro que lo es.

-Chicas, ¿vieron eso?- Preguntó Ruby con ese tono de enamorada -Gilbert se preocupó por mi. Me miro y sonrió.

Espero que Gilbert sienta lo mismo que Ruby siente por él, porque si no la lastimará mucho.

-Estas delirando.

-Ruby Blythe- Susurraba repetidas veces.

-Anne- La llamé golpeando su hombro.

-¿Si?

-Mira- Le dije señalando a él señor que hacia los palo para poder jugar al hockey.

Con Anne nos hicimos esas miradas de siempre, en las que entendemos automáticamente lo que la otra quiere, y nos dirigimos a ellos. Cuando llegamos, Gilbert se estaba yendo.

-¡Hola!- Los saludamos Anne y yo a la par.

-Nos gustaría escribir un artículo sobre usted y sus espléndidos palos- Explicó Anne.

-¿Qué es "artículo"?- Nos preguntó la niña que estaba al lado del señor, supuse que era su hija.

-Les hacemos preguntas, aprendemos sobre ustedes y su trabajo, y lo escribimos. Para que la gente lo lea- Saqué un artículo viejo que habíamos hecho con Anne y se los mostré -Así.

El señor miró a su hija y se negó con la cabeza. La chica le explicó algo al hombre, supongo que en su idioma, porque no entendí ni una sola palabra de lo que dijo.

-Ya veo. Inteligentes. Sí- Aceptó el señor.

-¿Será posible que podamos ir a su casa luego para empezar? Así podemos...- Billy me interrumpió frenando a mi lado.

-¿Me haces un palo? Te daré esto- Dijo mostrándole un pañuelo con un par de monedas dentro.

Lanzó las monedas al piso bruscamente; claramente, el hombre y su hija no movieron ni un pelo para agarrarlo.

-¡Billy!- Le grité mientras me agachaba para agarrar el pañuelo -¡Se más respetuoso!

Agarre el pañuelo y se lo di a la niña. Ésta solo lo observó y se lo revoleó a Billy de vuelta. El señor a ver el acto de la chica, la agarro llevándola para atrás y le dijo algo, también en su idioma.

-Cuidado, piel roja- Le dijo Billy.

El hombre le dijo algo a la niña y se dieron media vuelta. Billy también se fue.

-¡Lo sentimos!- Gritó Anne.

La chica se dio vuelta mirándonos.

-Él es muy grosero- Expliqué.

-¿Está bien si vamos más tarde?- Preguntó Anne.

-El camino es largo y difícil- Nos contó la chica mientras se nos acercaba.

-Lo que vale la pena cuesta.

-Es por ahí- Nos dijo señalando el bosque -Pasas las cercas. Te alejas del océano y vas hacia el árbol muerto. Busca el agua fina que se mueve, ve corriente arriba hasta que te rodeen los árboles verdes. Camina con el agua del lado que se pone el sol, hasta que la tierra de planeado y abra. Allí es nuestro hogar.

-Suena a un paraíso poético- Susurró Anne.

Nos despedimos asintiendo nuestras cabezas y volvimos con las chicas.






TUS OJOS MÁGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora