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Me paso hace tres meses, y me siento muy madura- Dijo la chica rubia alta en un susurró.
Hayley le había pasado de pequeña, pero nunca se sintió "más madura", para ella eran solo cólicos unos días al mes.
-Te vez madura.
-Así es.
-Creo que los niños me toman más en serio.
-Pero no se dan cuenta ¿Se darán cuenta? Sería horrible- Comentó la pelirroja.
-No es que se den cuenta de eso precisamente, pero ya no soy una niña pequeña, y eso creo que es evidente. Mis pechos están creciendo.
-A mi me llegó hace un año.
-A mi también, ¿A ti, Hayley?- Le preguntó Tillie.
-Hace 3 años- Contestó.
-¿De verdad?- Preguntó la rubia casi poniéndose a llorar.
-Mi padre comenzó a abrirme la puerta, que amable.
-Estoy ansiosa por empezar a peinarme como mujer.
De repente se escucharon los llantos de la rubia.
-Ruby, ¿Que sucede?.
-No soy una mujer. ¿Por qué no me baja?.
-Creeme Ruby, si pudiera darte el mío, con gusto te lo daría- Le dijo Hayley.
-¡Esto es un fastidio!- Agregó la pelirroja.
-Silencio, Anne.
-Habla más bajo.
-Nadie debe de saberlo. El período es algo vergonzoso.
-Oh por dios, chicas. El período es algo completamente normal que tendríamos que poder gritarlo si queremos. No es vergonzoso. A parte, los niños ya están bastantes grandes para no saber lo que es- Comentó Hayley.
-¿También les pasa algo así a los niños?- Pregunto Anne.
-Tambien tienen sus problemas- Le respondió la castaña.
-¿Por qué están haciendo eso?- Preguntó la rubia mientras se asomaba por la ventana.
Rápidamente todas la copiaron. Estos estaban pateando árboles y golpeando una madera con una hacha.
-Esa es la pregunta del millón- Comentó Prissy.
(...)
Pasaron un par de días. Hayley y Gilbert competían todo el tiempo en clases, ya sea por responder una pregunta o por un concurso de deletreo.
-Y ¿Qué llevas con Gilbert?- Le preguntó su compañera.
-¿Yo con Gilbert? Nada, absolutamente nada. Solo lo veo en casa porque es amigo de Alex, pero después de eso, nada.
-Vamos Ley, noto como se miran. Son dos parejas que que piensan que se odian, pero no es así, verdaderamente se aman.
-Oh por dios, Anne. No es así, yo no lo odio, odiar me parece un sentimiento demasiado fuerte. Digamos que es... solamente mi compañero. No más que eso.
(...)
-¡Maddison!- La llamó el profesor.
-¿Si?.
-Llevale la tarea a Gilbert Blythe. No vendrá a clase por un tiempo y no quiero que se atrase demasiado. Es mi mejor alumno- Le ordenó entregándole los libros.
Esta solo los agarro y se marchó. Estaba enojada, ella también era una muy buena alumna, pero el profesor tenía una diferencia de género asquerosa.
-Cori, avisale a Alex que volveré más tarde, me enviaron a llevarle la tarea Gilbert Blythe- Le aviso.
-Esta bien, suerte con eso.
-La necesitare- Acto seguido, emprendió paso hasta la casa de Gilbert.
(...)
-¿Por qué me pasa esto a mi, destino?- Se preguntó a si misma.
Hayley tocó la puerta tres veces. Al ver que no abrían, volvió a tocar. De pronto un hombre que parecía estar en mal estado abrió la puerta.
-Perdon la tardanza.
-Oh no, discúlpeme a mi por ser tan impaciente- Se disculpó.
-Espera, tu de casualidad te apellidas Maddison- Le preguntó.
-Si... ¿Por qué pregunta?.
Este comenzó a reír.
-Su padre fue mi mejor amigo en la escuela, ¿Cómo está?.
-Muy bien... ahora estará más contento si le digo que me encontré con su viejo amigo.
-Oh... Gilbert me ha dicho que eres muy inteligente, que compiten todo el tiempo.
La joven sacó una pequeña carcajada. Estaba por responder pero una voz la interrumpió.
-Papá, ¿Qué estás haciendo?- Preguntó el joven mientras dejaba la madera en el piso -No deberías caminar.
-Mi hijo se preocupa demasiado. Parece que está joven tiene asuntos urgentes contigo. Yo volveré adentro.
-Te acanzar una silla- Le ofreció el joven.
-No, yo iré solo. Gracias, hijo- Después de esto último le dio unas palmadas suaves en el pecho refiriéndose a que se quede en el lugar -Gusto en conocerla, envíale mis saludos a tu padre.
-Igualmente, señor Blythe. Tenga por asegurado que mi padre recibirá sus saludos.
El hombre entró a la casa y el chico se reposo en el marco de la puerta.
-¿Son para mí?- Le preguntó el joven.
La chica le entregó los libros.
-Bueno... eres muy gentil por trarmelos.
-Bueno, el profesor Phillips no quiere que te atrases. Y yo no quiero competir con alguien que no está a mi nivel.
-Yo tampoco. Si vas a ganarme en clase, quiero que lo hagas sin hacer trampa.
-Yo no juego sucio, Blythe.
Ambos rieron.
-Bueno, emm... gracias, nos vemos- Dijo por último y los dos se dieron media vuelta.
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TUS OJOS MÁGICOS
Fanfiction-𝘊𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢, 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰- 𝘥𝘪𝘫𝘰 𝘦𝘭 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘳𝘰𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯.
