13.02 | 𝑳𝒆 𝒅𝒆𝒃𝒐 𝒖𝒏𝒂

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Hayley's pov

-¿Hayley?

-¿Si, Anne?- Le susurré.

-¿Por qué no festejaste tus quince años?- Me preguntó dándose vuelta para verme.

-No lo sé. Solo no me gusta ser el centro de atención ni el día de mi cumpleaños. Ya se volvió una tradición no festejar mis cumpleaños.

-Pero, el año que viene cumplirás dieciséis. ¿No piensas festejarlo?

-No sé que puede pasar en el futuro. No te confirmare nada aún- Expliqué.

-Tienes un buen punto vista, Ley- Me halago.

-Tu también, Anne. Le buscas sentido a la vida romantizandola.

-¿Crees qué a Alex le guste alguien?- Preguntó de la nada.

-No lo sé, ¿por qué?

-Nada. Curiosidad- Me respondió volviéndose a acomodar boca arriba.

-Bueno, debemos de dormir. Mañana nos espera una grandiosa fiesta.

-Buenas noches, Ley.

-Buenas noches- Repetí cerrando mis ojos.

(...)

Estábamos todos oyendo la maravillosa música de Cécile Chaminade. Sus dedos presionando suavemente cada tecla del piano hacían que una hermosa canción se oiga. Cuando terminó de tocar, todos de inmediato aplaudimos.

La fiesta estaba repleta de gente. Estaban todos vestidos con colores fuertes y muy primaverales. Allí todos eran libres.

-¿Hayley?- Escuché mi nombre a mis espaldas.

Me di vuelta, y lo reconocí al instante.

-¿Anthony?

-Estas muy grande, pequeña.

Ante esto reí. ¿Cómo se supone que reaccionaría ante ese tipo de comentarios? "Gracias, pasaron casi 2 años desde que me fui de Charlottetown, lo más probable es que haya cambiado" "Claro, tu no has cambiado nada" por favor, Hayley. Deja de pensar esas respuestas.

-Gracias, Anthony.

-¿Me permites una pieza?- Me preguntó ofreciéndome su mano.

-Claro- Respondí algo nerviosa y después tomé su mano.

Me llevó hasta el centro del salón. Con sus manos rodeó mi cintura, yo hice lo mismo solamente que mis brazos estaban en su cuello. Sinceramente, era algo incómodo estar bailando con uno de los mejores amigos de mi hermano. Sentía que cada vez él me acercaba más a él. Después de unos dos minutos, la canción terminó y así conseguí la excusa perfecta para alejarme de él.

-No sabía que bailabas tan bien- Lo "halague" para "romper el hielo".

-Parece que si.

Ninguno hablo por segundos mientras la música seguía de fondo.

-¿Vamos al balcón? Para tomar algo de aire- Propuso.

No quería ir, pero por alguna razón se me hace muy complejo responder con un "no".

-Claro.

Cuando estábamos esquivando a la gente, con la mirada estaba buscando a Cole, Anne o Diana, para que me salven. Lastimosamente, no encontré a ninguno.

Al llegar al balcón, me senté en el primer banco que vi.

-¿Tienes algún novio allí en Avonlea?- Me preguntó sentándose a mi lado.

-No... nadie.

-¿Sabes? Creciste mucho en estos años. Pareces más madura, tu pelo está más largo- Comentó mientras acercaba su mano a mi cabello.

Al ver a donde se dirigían sus manos, de inmediato me paré.

-Sí, mi cabello creció bastante- Afirmé acariciando mi pelo.

Anthony, también se paró, y se acercó a mi. No me gustaba por donde iba esto.

-Había quedado con un amigo para ir a la mesa dulce- Le avisé retrocediendo.

-La mesa dulce puede esperar, ¿no crees?- Me preguntó acercándose a mi.

-No, no creo que pueda esperar. La gente suele decorarla muy rápido -- dije riendo incomodamente.

-Vamos, Hayley. Sabes que es más importante esto.

Al no saber que responder, lo primero que pasó por mi mente fue salir del balcón y volver a la sala, y así lo hice. Sentí como Anthony me seguía intentando alcanzarme. Con la mirada buscaba a algún conocido para salvarme. El primero que vi fue a Gilbert hablando con una chica. ¿Arruinaría la charla de Gilbert con esa chica que probablemente estaban coqueteando? Claramente que sí.

Corrí y me pegué a Gilbert.

-¿Hayley? ¿Estas bien?- Me preguntó alejandome de él.

-Hayley, te fuiste- Nos alcanzó Anthony.

-¿Qué necesitas, Hayley?

-Habíamos quedado en ir a la mesa dulce juntos, ¿lo recuerdas?- Le "recordé" rogando por que me siga la pequeña mentira.

-No entiendo- Me dijo confundido.

Ligeramente moví mi cabeza en dirección a Anthony para que "entienda"

-¡Ah! Lo siento, lo había olvidado.

Gracias a Dios entendió mi indirecta.

-Adios, Anthony- Lo saludé para que se vaya.

Anthony se me quedo mirando unos segundos y luego se dio media vuelta y se fue.

-¿Te hizo algo?- Me preguntó Gilbert luego de asegurar que Anthony estuviese lo más lejos posible.

-No. Solamente estaba muy intenso- Expliqué

-¿Segura?

-Sí, segura. Yo iré con Cole. Tu quédate con ella. Adiós y gracias- Saludé antes de irme.

Por un segundo creí Gilbert no lo entendería e iba a tener que quedarme con el patán de Anthony. Puedo decir que le debo una.

TUS OJOS MÁGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora