Capitulo 10: Gala benéfica

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(20/02/2017)

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(20/02/2017)

A la mañana siguiente me desperté envuelta entre sus sabanas, toda la habitación estaba a oscuras y la única luz que había en aquel lugar provenía del cuarto de baños, donde se escuchaba la regadera. Observé mi desnudez bajo aquellas sabanas, mis ojos ardieron y mi corazón palpitó fuerte de solo recordar la noche anterior.

Odiaba el sentimiento de remordimiento que había cruzado en el interior de mi ser; si me entregué a él una vez más fue porque yo lo quise, porque estaba excitada y quise probar la miel que él me daba, así que no tenía por qué sentirme mal por ello y no lo iba a hacer. Me levanté de la cama, aun tapando mi cuerpo con aquellas telas, entonces, me acerqué al espejo sobre el closet y dejé caer las sabanas al suelo. Mi cuerpo solía causarme inseguridades antes de que Liam llegara y me devolviera ese deseo por querer ser vista y no ignorada. Unas semanas atrás no me hubiese puesto enfrente de un espejo para verme desnuda, me daba sentimiento hacerlo, solo que esa vez me sentía como una diosa empoderada viéndome a través de aquel espejo.

Mis pezones se endurecieron cuando sentí la calidez de un cuerpo a centímetros de mí, entonces, alcé el rostro encontrándome con esos ojos tan claros y tan profundos que me devolvieron algo que creía perdido. Con una mano recorrió las curvas de mi cuerpo, yendo desde mis caderas hasta la curva de mis senos, pero no se detuvo ahí, fue subiendo a mi cuello y una vez que estuvo cerca de la mandíbula, me tomó esta con brusquedad y me hizo permanecer con la mirada sobre el espejo, viéndonos a nosotros dos.

Él llevaba únicamente una toalla enrollada sobre su cintura, su cabello estaba tan húmedo que dejaba caer frías gotas de agua y sus ojos me veían con ese ápice de crueldad e intensidad que siempre cargaba consigo mismo. Mi piel se erizó cuando apretó su erección contra mi culo, hablándome con voz ronca y directa.

—Te dije que te ayudaría a dejar de ser débil y eso voy a hacer— Empezó tomándose el tiempo de acariciar mi labio inferior con su dedo pulgar. —pero todo tiene un precio, Layla.

—¿Cuál?— Pregunté incrédula.

Sus labios recorrieron mi cuello hasta acercarse a mi oído. Mordió el lóbulo de mi oreja con suavidad, un suspiro salió de mi boca y, entonces, la respiración comenzó a alterarseme demasiado. Temía terminar quedándome sin aire por lo mismo, Liam lograba alterar cada extremidad de mi cuerpo y vernos juntos frente a ese espejo me sorprendió bastante. Éramos perfectos juntos, él una droga que sabía cómo volverse adictiva y yo su más fiel adicta.

Realmente me gustaba lo que veía.

—Tú deseas algo de mí y yo necesito algo tuyo— Continuó, su voz fue más suave, pero seguía teniendo el mismo efecto en mí. —Tendrás que aparentar ser mi prometida.

Esta vez me permitió voltear a verlo, manteniéndome muy cerca de su cuerpo. ¿Estaba loco? ¿Fingir ser prometidos? Era demasiado joven para que alguien se creyera ese absurdo show, y él era demasiado libre como para comprometerse de pronto conmigo. Y tal vez aceptaría sin tapujos, pero en el fondo de mi interior había surgido un presentimiento que me pedía a gritos no hacerlo, pero por otra parte quería decirle que estaba dispuesta a lo que sea con tal de dejar atrás a la chica débil y rota que solía ser.

Sweet Agony (+21) (Broken Heart I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora