Capítulo 08: El triste recuerdo de su abandono p2

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(18/02/2017)

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(18/02/2017)

El día había sido tan largo como un maratón sin fin, con cada hora pesando como un ladrillo en los hombros con tantas lamentaciones, pésames y abrazos hipócritas que en realidad poco me interesaban. No estaba en ese lugar para hacer amistades ni relacionarme con nadie, pero casualmente, no lo entendían. Todos aquellos que se acercaban a mí buscaban aprovecharse de la pobre chica que acababa de perder a su querido padre, solo con la tonta ilusión de tener, quizás, una oportunidad de emparejarme con alguno de sus tontos hijos, para poder mantener en la cima sus negocios o empresas.

Siempre deteste esa faceta de mamá, y detestaba a cualquiera que la tuviera y me recordara cuantas veces estuve a punto de encadenar mi vida a un matrimonio forzado solo por la conveniencia de mamá y sus negocios.

Y detestaba más a aquellos que solo estaban en los momentos más vulnerables de la vida, solo para poder aprovecharse de ti y de tu dolor, como si no fueras una persona más buscando solo paz.

Miré a lo lejos, recargando mi barbilla en mis rodillas y advertía a esa gente que poco a poco se iba. Hombres con trajes ostentosos, negros y caros, relojes de oro o de plata que valían más de lo que imaginaba y luego estaban las mujeres, lucían vestidos negros y glamurosos, nadie se veía devastado, nadie a excepción de Emma, Matt, Melanie y yo, y es que así era esto, aquellas personas que nos rodeaban, más que por aprecio a Colín, habían venido a chismosear, a fijarse en lo que uno hacia o no hacia o simplemente en lo que sucedía y, lamentablemente no era ni nada más ni nada menos que para juzgar a los demás como si sus vidas o ellos mismos fueran tan perfectos como el oro, aunque hasta el oro es imperfecto.

Me dolía la cabeza, mis ojos ardían demasiado de tanto haber llorado y aunque intentaba no pensar en lo que había sucedido, no pude evitar ensimismarme en mis propios pensamientos y recuerdos hasta ser incapaz de escuchar los sonidos a mi alrededor.

Deseé que alguien llegara a salvarme de todo esto, que me sacara de aquí y me llevara tan lejos que no pudiera ni recordar en dónde había estado antes, pero un día como ese no iba a volverse mejor solo porque lo deseara con intensidad, de hecho, tenía la leve impresión de que era el karma obligándome a ver lo que sucedía si me atrevía a lastimar a otros. Pues un día, mi karma llegara y a lo mejor sería peor que la misma muerte.

Con mi mirada sobre la entrada a la sala, observé a la gente salir una tras otra, pero no les prestaba tanta atención, era como si yo estuviera en otro lugar, como si nadie ni nada estuviera rodeándome, pero ese ensimismamiento se esfumó cuando mis ojos dieron con una persona inesperada e inusual.

Me enderecé bajando mis piernas del sofá y lo detallé, no sabía si mi mente me estaba jugando una maldita broma, o si realmente era él, pues aquella persona estaba de espalda a mí, se había detenido a mitad del hall antes de llegar a la salida e irse. Su cabeza estaba cabizbaja y vi un leve movimiento de él, como si estuviera decidiendo qué hacer. Si avanzaba un poco más y alzaba su rostro, entonces yo lo miraría y sabría quién es en realidad.

Sweet Agony (+21) (Broken Heart I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora