[Capítulo 53/S2]

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Residencia Wilder Noceda

La puerta de aquella residencia ya abandonada se derrumbó y dejó paso a Lucía.

Lucía:- Aprieta sus puños en bajo- Menos mal que Luca estaba en casa; con Viney haciendo el gilipollas y sin Jerbo en casa, no los podía dejar sólos.- Habló pasando junto la puerta-.

No sabía que era, pero cuando Luca y ella hablaron sobre Wilder, algo la impulsó, la molestaba y hacia querer ir a la casa de ese hombre ahora difunto.

Sí, se prometió a sí misma que después de unos momentos con los niños, iría a ver a Luz, pero todavía no podía... No podía y no quería.

Arregló su gorra, su chaqueta y carraspeó para ella misma. Miró alrededor del lugar; para estar más de 4 años abandonado, el lugar todavía no perdía su toque.

Lucía: Como se nota que eras rico, maldito cabrón.

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Hospital Noceda- Habitación Luz

No juegues con esto, Luz Lucía Noceda.

¿Y quién eres tú para decirme o tan siquiera llamarme así? Dime quién eres y me quedaré contigo.

Soy Wilder, ¡WILDER NOCEDA, EL HOMBRE QUE QUIERE LO MEJOR PARA TI JODER!

S-si... Si quisieras lo mejor para mí... ¿Acaso nos hubieras abandonado? ¿Acaso no hubieras reportado por tu estancia en las Boiling Isles? ¿Acaso no hubieras vuelto para pedir perdón? Jaja...

Mira, hice cosas malas, muchas cosas malas. Lo único que quiero es que estés conmigo para causar daños juntos, sólo te pido eso, Luz.

Yo no soy como tú. Yo soy mi propia persona, yo soy mi propia Luz... Yo haré lo que me dé la gana con mi vida, ¡¿De acuerdo?!

Si te atreves a retarme, podrás irte. Veamos si realmente podrás despertar sabiendo que Amity te odia. Perdiste la confianza con Alador, ¿Qué le dirás a tus hijos, eh?

No le escuches, Luz, sólo trata de hacerte sentir mal... No lo escuches.

¡Ya deja el maldito juego Luz! ¡Ven y hagamos de tus hijos unos Noceda mejor!

¡AHG, SE ACABÓ WILDER! ¡ME VOY A DESPERTAR, IRÉ POR AMITY Y HARÉ QUE LIAM Y AZURA SEAN FELICES! ¿¡DE ACUERDO!?

Estás gastando de mi tiempo, Luz. Ya deja de jugar y muérete de una maldita vez.

¿Estás tonto? ¡Estás muerto! ¿Qué tiempo es allá? ¡No puedes saberlo porque el tiempo en el infierno no existe!

Okey. Me cansé. ¡Luz Noceda, obedece a tu padre!

No. Primero obedece al tuyo y luego lo haré yo. Adiós para siempre, Wilder. Te juro que esta es la última vez que nos vemos, señor.

La respiración de Luz se volvía agitada y sus manos apretaban las sábanas. Arnold, quién se encontraba junto Luz, sonrió sabiendo lo que pasaba.

Luz apretó la mandíbula mostrando los dientes; estaba cansada de hablar con aquel infeliz manipulador.

De un momento a otro, Arnold se llevó las manos al cuello y vió como Luz dejaba mostrar sus castaños tonos.

Las luces de aquella habitación molestaban pero, no se molestó en decir nada; prefirió dejarlo ir. Murmuró cosas aún tratando de calentar sus cuerdas vocales, no sabía que hacía o porque su voz de repente dejó de “funcionar”.

I won't hurt youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora