[Capítulo 22]

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Residencia Noceda

Luca: ¡Hola familia! Vengo a ver a Luz, no molesten. Gracias.- Entraba en la casa como si nada-.

Pasando junto la cocina, donde se encontraban Viney, Camila y Jerbo, se paró ya sintiendo unas miradas sobre ella. Se giró a la cocina y se encontró con los rostros sorprendidos de los demás Noceda. Se rascó la nuca dejando el muñeco de nutria en el piso y soltó un “Uhmmmm” algo incómodo.

Luca: Lo siento, es que todavía tenía la llave de esta casa y, no quería molestar... No me peguen.- Se asustó “defendiéndose” de algún ataque-.

Jerbo/Viney: ¡LUCA!- Literalmente saltaron de sus asientos y corrieron a abrazar a su hermana-.

Luca: ¿Qué hacen?...- Preguntó todavía sin devolver el querido abrazo de sus hermanos pequeños- ¿N-no me van a golpear por lo que hice?- Esta situación la hacia temer más-.

Viney: ¿Golpearte? ¡Claro que no, te echamos de menos!- Recitó con alegría aumentando su fuerza en el abrazo-.

Jerbo: ¡Eso! No importa lo que hiciste... Ni Viney ni yo te guardamos rencor, solo nos importa que te quedes.- Dijo el varón-.

Luca: ¿De verdad me perdonan por-

Camila: Yo no.- Habló al fin la última Noceda-.

Camila se arregló las gafas, suspiró y comenzó a sentirse algo mal. Dos se pelean por una, uno tiene problemas en el trabajo, la otra en la cárcel y la última regresa después de más de 4 años sin verla.

Camila: ¿Me puedes decir como quieres que esté bien después de ver tu abandono a esta familia? ¿Cómo se te ocurre irte después de que tú padre lo hiciera? ¿Después de haberte hecho mi Noceda favorita, mi hija, mano izquierda? ¿Cómo te perdono eso?- A la pobre Camila se le encogía el corazón al recordar aquel día que Luca se marchaba de casa-.

Se tuvo que arrebatar a si misma las gafas por lo empañadas que estaban. Las limpió con un pequeño papel de su bolsillo y volvió a prestar en atención Luca, la cual se habría librado del abrazo.

Luca: Mamá, te pedí lo siento millones de veces, ¿Qué más quieres?

Camila: Yo no quiero tu perdón ni nada, solo quiero que me respondas algo, algo que ni yo misma he podido responder con todos estos años.

Luca: Di mamá, yo te respondo cualquier cosa- Prefirió haberse callado al saber lo manipuladora que podría llegar a ser su madre; seguro me va a hacer sentir mal, pensó-.

Camila: ¿Se puede saber la razón por la que te fuiste?

Como se esperaba esa pregunta.

Jugó con su lengua tratando de controlarse. Cerró los ojos y metió sus manos en sus bolsillos.

Luca: Te puedo responder cualquier cosa, pero no eso mamá, no eso.- Dejó claro ella- Ahora, si me disculpan, tengo una niña pequeña a la cual tengo que ver, ¿Si?... Muchas gracias por no echarme a la primera.

Residencia Noceda- Habitación Luz

Luz: Yyyy, bueno Blight, ¿Algo que quieras hacer?- Conversaba Luz con el “dormido” cuerpo de la Blight- Digo, si no quieres hacer nada por mi está bien.

Temía de ser pillada por su paciente y que ella pensara que Luz se encontraba haciéndole cosas raras, pero se aburría sin trabajo y la casa estaba muy aburrida sin Lucía.

Luz: Podemos jugar a contar verdades...- Propuso jugando con el cabello verde- Yo empiezo; me gustas mucho y tan solo quiero quiero que despiertes de una vez para poder decírtelo, porque no sabes las ganas que tengo de decirte lo mucho que te amo y-

***: ¿Se puede entrar?- La voz se sumó al ruido de la puerta llamando- Digo, si estás ocupada no hace falta, puedo venir... En otro momento.

El pánico se apoderó del cuerpo de Luz; el temor tomó control sobre su cuerpo.

Sin saber por qué, ella se levantó, o eso quiso hacer hasta que se cayó al suelo por resbalarse con algo que en estos momentos no le importaba mucho.

Luz: S-sí voy, un momento, ¡No abras la puerta!

***: No la abriré al menos que sea para comprobar que estás haciendo una maldad, pequeña.

Dejando de lado su dolido rostro, Luz se sintió rara y nerviosa al saber que conocía ese apodo de algún lugar. Lucía y Luca siempre lo utilizaban contra ella solo para molestarla... Según ellas. A Luz jamás le llegó a molestar o algo parecido, de hecho amaba cada vez que la llamaban así.

Arreglando su desordenado cabello, Noceda se dirige a la puerta, apoya su mano en ella y se queda en silencio.

***: Dime si ya terminaste pequeña, alguien tiene un regalo para ti y el regalo no puede esperar todo el día... De poder si puede porque no está vivo... Pero ya me entiendes.

Dejó todo el pavor de su cuerpo escapar, colocó su mano en el pomo y lo giró.

La radiante sonrisa de Luca Noceda fue lo primero que Luz pudo percibir con sus ojos al abrir aquella puerta. Su mecanismo ya no volvería a ser el mismo después de esto... Tampoco lo fue pero ya me entienden.

Nada más tener la presencia de Luca frente suya la hizo hacer acciones raras de sorpresa.

Luz: ¿L-luca?

Luca: La misma de siempre.- Siguió dejando al descubierto el regalo- No podía venir a este lugar sin traerte un regalo, sis.- Se lo entrega a la menor, la cual con algo de vacile, lo cogió- ¿Te gusta?

Luz: ¿Que si me gusta? ¡Me encanta!

. . .

Luca: Así tratas de enamorar a una Blight... Uhhh, tarea difícil.- Decía con algo de inseguridad Luca-.

Luz: No creo. Amity es diferente a los demás Blight, eso lo tengo muy claro-

Luca: ¿Si te das cuenta que las Noceda son el número perfecto para los hermanos Blight? Literal; Lucía y Amelia Blight, Viney y Emira Blight, Jerbo y Edric Blight...

Luz: Guau... Eso es impresionante- Se sorprendía la latina acostándose en la cama de Luca-.

Luca: ¿Qué? ¿Disfrutando de tu imaginación?

Luz, cama, hermana Luca, pensamientos... Obvio Luca debía mencionar algo así.

Luz: ¡Cállate!- Pidió cubriendo su sonrojado rostro-.

Luca: En fin... Operación Amity Blight en marcha.




















 Operación Amity Blight en marcha

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