[Capítulo 69/S3]

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Residencia Noceda-Blight - Sala

Mónica: Ya deja de llorar mi amor. Sabes que Luz y compañía son así porque eres mayor que ellos y saben que no podrás hacer mucho contra ellos- "Consolaba" Gutiérrez acariciando el cabello de Luca.-.

Luca: ¿C-cómo sabes eso? Sé que lo hacen para molestarme...

Mónica: Lo sé porque conozco a Luz, Viney y Jerbo desde que teníamos 14 años. Así que sé cómo son y cómo actúan.

Luca levantó su cabecita que antes tenía apoyada en el regazo de Mónica y la miró. La pelinegro dejó de respirar por un momento mientras se sonrojaba por el acercamiento de Luca.

Luca: ¡Eso es! Yo soy su hermana mayo y ya debería de saber cómo son y cómo actúan... ¡Gracias Mónica!- Agradeció ella tomando su gorra antes de salir corriendo de la sala-.

Mónica se despidió y se llevó una mano a sus labios; estaba tan cerca que realmente quiso que Luca la besara.

Mónica: Bueno... Será la próxima vez, lo que significa que la próxima vez será esta noche... Supongo.

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Residencia Noceda-Blight 2-°

Amelia llegó a su hogar por cuarta vez en el día. Llegaba y se marchaba porque su madre la llamaba y le dejaba un recado. Cuando Amelia preguntaba por la estancia y presencia de Odalia, ella directamente le quitaba importancia a las preguntas de su hija.

Sea lo que sea, Amelia no volverá a arreglar los estúpidos recados de Odalia; estaba bastante cansada y no tenía fuerzas para más.

Lo que tenía en sus manos la tenía feliz.

Subió las escaleras lentamente y no evitó escuchar los gritos frustrados de Lucía. Se preguntaba seriamente el problema que le sucedía a Lucía; las explicaciones de Azura y ahora los gritos, comenzaban a confundirla sobre el estado de Lucía.

Paró de correr en el momento en el cuál llegó a su cuarto. Abrió la puerta y no encontró ni notó el aura de la Noceda.

Seguramente esté en el servicio; pensaba Amelia guardando lo que consiguió de un niño en sus bolsillos.

Con su instinto asesino, se acercó lentamente y sigilosamente a la puerta del servicio. Y, en efecto, Lucía estaba allí dentro.

Tomó del pomo y comenzó a girarlo poco a poco para no hacer que Lucía se altere y no le cuente sobre lo que está sucediendo.

Abrió la puerta y Lucía todavía no había notado que Amelia estaba allí. Entró al baño, cerró la puerta y se puso detrás de la Noceda, aún sin hace que su presencia sea notable.

Amelia: Hola Lucía, ¿Qué haces?- Le susurró ella a Lucía-.

La latina se alteró un poco, se giró y cubrió su ojo. Amelia se alejó un poco al ver lo nerviosa que estaba su esposa; arqueó una ceja y llevó sus manos hacia sus caderas.

Lucía: H-hey Amelia, ¿Qué tal?

Amelia: No respondiste mi pregunta, mi amor... ¿Qué haces? Me interesa saber que haces a cada rato.

Lucía: Esto...- Comienza a sentir algo húmedo y maloliente tocar su mano que cubría su ojo- Me limpiaba la cara... M-me caí y pues le ensucié bien feo...

Amelia: Ya. Te caíste, ¿Eh? Ajá... ¿Entonces me quieres explicar por qué estás sangrando?- Dedujo cerrando sus ojos mientras ponía su dedo índice en su propio mentón-.

I won't hurt youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora