[Capítulo 14]

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En algún lugar de Bonesborough

Odalia: Vamos Alador, perdón, ¿Si? No sé que me pasó cuando ví a Eda así de indefensa frente a mi-

Alador: Wow, ayudas mucho Odalia.- Ya llevan así un buen tiempo. Alador dejó su vaso de vino sobre la mesa y cruzó sus manos para jugar con sus dedos-.

Odalia, quién estaba apoyado sobre el escritorio de su marido, se lleva dedicando los últimos días a intentar ganarse un “te perdono” te Alador; pero jamás lo consiguió.

Normalmente, Odalia ya se hubiera marchado sin importarle el estado mental de su marido, pero esta ocasión era diferente, por alguna rara y extraña era algo raro lo que sentía al ver al de cabello castaño así.

Odalia: Jooo... Vamos Alador, no seas así, por faaa...- Seguía insistiendo la mujer. Se acostó sobre el escritorio y comenzó a deslizarse hacia abajo, como si fuera una niña pequeña-.

Alador estaba disgustado con la actitud de su esposa. Él resopla y apoya suavemente sus codos sobre la madera, cierra sus ojos, apoya su barbilla sobre sus manos e intenta tranquilizar su respiración.

Alador: No Odalia, me hizo daño verte con mi amiga así.- En efecto, estaba dolido y, más si era un tema con el que trataba Eda, Edalyn Clawthorne, una de sus amigas aunque no quieran creerlo-.

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Hospital Noceda- Recepción

Luz, por quinta vez, se remanga la bata para poder observar la hora; ya habían más de 27 minutos.

Empezaba a preocuparse, dado a que Amity no ha tenido más contacto con algún otro ser vivo, aparte de ella y su hermana.

Se preguntaba si esa visita era la correcta y, si el hombre era alguien de confiar. Tuvo que haberle preguntado a su paciente si conocía a alguien llamado Alexander Jones, ¡Pero no!, Ella siempre actuando de unas.

Caminaba de un lado para otro sin la menor intención de ocultar sus nervios.

Luz: Ya llevan demasiado tiempo allá dentro... ¿Estarán haciendo algo?, ¿Está Amity bien?, ¿Qué pasa si ese hombre no era el correcto?- Preguntas y más preguntas sin responder, era algo que la frustaba demasiado- ¡No Luz! La ley es dejar que los visitantes y pacientes tengan intimidad... No esa intimidad, ¡AGH!

Quisiera ir y pedir que alguien vaya a ver como va a Amity y su supuesto amigo o ella que sabía. Pero no podía. Sin Carla en recepción, el odio que seguía creciendo dentro de ella hacia su hermana y, la “humillación” que antes le hizo Daniel, no podía ir a pedir ayuda a nadie.

Luz: Pues nada, solo queda esperar a que-

El ruido de los objetos cayendo eran terribles. Luz alzó una ceja interrogando a la nada el por qué de esos ruidos. Seguían y seguían, y cada se acercaban más. Los ojos de Luz se abrieron al notar de dónde venía tanto ruido.

Amity venía corriendo dirección a ella, parecía aterrizada, asustada, no parecía nada feliz desde los ojos de Luz.

La peliverde corrió lo más rápido posible hasta que llegó a su destino; Luz Noceda.

Sin un preaviso o alguna oportunidad para preguntar que pasaba, Amity atrajo a Luz hacia un abrazo. La abrazó con todas sus fuerzas, haciendo que de alguna extraña forma, Luz se sonrojara. Sin saber que decir, preguntar o hacer; Luz se encogió de hombros sintiendo varios ojos sobre ellas. Siguió la acción de su paciente y comenzó a escuchar leves sollozos.

I won't hurt youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora