[Capítulo 38]

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Residencia Wilder Noceda

La casa estaba completamente destrozada. Cristal por todas partes. Sangre por toda parte; sollozos en solo una persona.

Wionna ayudó a Boo a alejarse de aquella escena tan espeluznante.

El inhalar y exhalar de la Noceda se volvía más pesado hasta el momento en el que paró de escucharse. Wilder por una parte estaba cansado, aterrorizado y por otra victorioso.

Wionna: Lucía me llevaré a Boo afuera, encárgate de él, ahora vuelvo- La voz de Wionna aparentaba tranquilidad en vez de enojo o dolor.-.

Lucía asintió antes de escuchar el cerrar de la puerta principal. Ahora eran ellos dos. Noceda contra Noceda. Hombre contra mujer. Siglos contra años.

Lucía suspiró antes de arrodillarse frente a Wilder y comenzar a llorar de nuevo; él creyó que su hija se rendía al fin. Pero tanto como él y su instinto se extrañaron al ver como Lucía se levantaba ahora con algo manos.

Lucía jamás se arrodillaría ni lloraría frente Wilder. Todas esas acciones fueron debidos a qué, minutos atrás, el bate más gorro de Lucía fueron destrozados al completo.

El bate fue violentamente golpeado contra el piso luego de que Wilder se lo arrebatara a la dueña al ella estar distraída. ¿El gorro? Fue cortado en dos cuando él trató de navajear el rostro de Lucía. Suerte que a esta le dió tiempo a agacharse; y, lástima que el gorro recibiera el golpe.

Lucía: Primero nos abandonas, luego vuelves a las Boiling Isles y no siquiera avisas, continuamente causabas el mal, secuestras a mi madre y... ¿Ahora esto?- Las gotas de dolor no cesaban de aquellos castaños tonos- ¿Qué tipo de padre eres tú?

Wilder: Venga niña, no es para tanto. Si logras llevarte a tu madre de aquí, sugierele que te compre otro gorro y bate-

Lucía: Tú... ¡Tú no lo entiendes!-  Vocifera la castaña ahora sí mostrando por completo su dolor- Amelia me regaló todo esto... Ella lo hizo por mí y... Tú...

Wilder:- Cierra sus ojos y se encoge de hombros mostrando indiferencia ante esto- Venga Lucía, no llores. Dile a tu zorrita que te haga otr-

Y ahí se acabó su reinado. Si Lucía no aguantó ver cómo destruían sus preciadas posesiones, menos soportaría escuchar que alguien como Wilder insultara a su novia.

Cayendo en un pozo de frustración y desesperación, Lucía recogió la navaja que anteriormente había quedado suelta y, se abalanzó sobre Wilder enterrando aquella en su pecho.

Se asustó y se alejó del cuerpo que comenzaba a derrumbarse frente a ella. La respiración de Lucía volvió a alterarse y, eso no le gustaba.

Tras segundos de silencio, el varón cayó al piso ya sin vida alguna. La Noceda se acercó y pateó el costado izquierdo del varón para comprobar si seguís vivo o no.

Y, efectivamente, ya no había respiración posible que ayudara a Wilder a despertar.

Lucía: A-aquí...- Carraspea- Aquí murió tu legado, Wilder.

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Residencia Noceda

Luz: A ver déjame ubicarme porque no entiendo nada, Wikipedia...- Se acerca de nuevo al teléfono que dejó sobre la mesa ya que se asustó al leer algo-.

Se metió a la Wikipedia ya que quiso buscar a Amity y saber un poco más de ella después de todos estos años.

Leyó todo lo que pasó con Amity, las rupturas que tuvo, lo que le pagan por ser modelo, la fortuna y dónde se criaron los Blight... En fin, lo normal.

I won't hurt youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora