[Capítulo 133/S4]

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En un lugar abandonado

Luz quería reírse, querer pensar qué era una fea broma y morirse de una vez... Pero eso no va a pasar, ya qué el supuesto Christopher todavía no hizo lo qué quería hacer.

Luz:- Arquea una ceja, sonríe y ladea su cabeza- ¿Tú no estabas muerto?

Christopher: ¡Tú misma lo dijiste! Estaba muerto- Suelta un pequeña risa, y se aleja de Luz- Podríamos decir qué alguien no muy especializada en balas me ayudó seguir vivo... ¡Seguro qué sabes quién es!

Luz: Sólo porqué conozco a todos los de mi hospital, no significa qué vaya a saber quién te ayudó..

Quién te ayudó... Christopher y Carla eran familiares... Carla sólo es una recepcionista, y no sabe mucho sobre balas, y ella era la qué atendía al cuerpo de-

No puede ser.

Luz:- Eleva un poco sur mirada y suspira- Fue Carla, ¿No es así?- El de cabello rojizo asiente y ríe al ver qué Luz quería morirse ya-.

Ella pensaría cualquier cosa de Carla, menos ésto... ¿¡Por qué últimamente todo está en su contra!?

Christopher: Igual, cómo dije antes, estás en tu nueva casa. Mira alrededor, o haz algo qué hagan las personas secuestradas, ¿Quieres?- Habla tranquilo, de nuevo acercándose a la puerta- Ah sí, antes qué nada- La mira de reojo- ¿Ya te dije el por qué sabía qué estabas aquí? Jaja, bueno... No gastes tus energías en algo qué sabes qué no encontrarás- Finaliza él, dejando ver una pequeña foto junto un sobre-.

El hombre volvió a reír, ahora mucho más sonoro y molesto.

Salió de la casa, y dejó a Luz bastante... Impactada por aquello.

La latina vuelve a suspirar, sacude su cabeza para tratar de apartar aquel montón de cabello de su rostro, y se quedó quieta por un momento.

Wilder... Por lo qué más quieras... Te pido por favor qué me digas qué lo qué él mostró, no es lo qué yo ando buscando.

Luz, sería muy estúpido e inútil mentirte ahora mismo. Así qué, sí, es obvio qué él tiene lo qué te pedí buscar.

La Noceda se mordió el labio y cerró los ojos tratando de no gritar de la desesperación y angustia.

¿Todo podía salir peor? ¡Claro qué sí! Pero ella no le dará el privilegio a Christopher para hacerle nada. No quiere estar en el puesto de... Ella. Así qué debe tomar sus riendas de psicóloga, y, por una vez, formar un buen plan.

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Latissa

Residencia Luz Noceda

Lucía: Hmm- Su dedo índice pasa por debajo de su nariz, mientras fruncía el ceño- Así qué, un cabrón tomó a mi Luz cómo un juguete... Qué bien- El pequeño ni sabía si era sarcasmo, o qué estaba tratando con todas sus fuerzas no enojarse-.

Alexander: ¿E-estás bien?- Le daba miedo, no podía mentir- Puedo irme si lo deseas. No quiero molestar a una bella dam-

Lucía: Deja los piropos para alguien más, Jones.- Se acerca a él, y toma suavemente el bordillo de su camisa- Dime ahora mismo dónde está mi hermana, si no quieres qué algo malo te suceda.

Jones sintió una leve descargada recorrer su cuerpo entero; odió esa sensación con toda su alma.

Alexander: ¡Y-y te llevaré allí con todo gusto!- Vencía, alejando con cautela la mano de la latina- Es sólo qué no tengo mi celular acá, y no puedo “rastrear” a tu hermana.

I won't hurt youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora