[Capítulo 63/S3]

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¿De verdad, Luz? ¿De verdad pensaste que te dejaría marchar? Siendo igual de gilipollas y tierna... ¿Cómo le haces para ser así?

El tema es que, yo no te dejaré escaparte de mí tan, fácil. Créeme, si hace falta, mataré a Amity Blight con el fin de conseguirte a ti.

No sé qué es lo que me haces... Pero amo cada vez que haces mi temperatura se eleve; sólo hace que te quiera más en mi cama.

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Residencia Noceda-Blight - Habitación Mónica

Luz obedeció a la voz de Mónica y entró a su cuarto.

Estaba algo confundida por el sudar y nerviosismos que acataba su cuerpo. Aún desde lejos, se escucha el lento jadeo proveniente de la pelinegro; Luz comenzaba a sospechar algo.

La latina se sentó junto a Mónica y la miró con algo de culpa.

Luz: Esto... Perdón por lo de antes. Es sólo que, no puedo besarte porque tengo a otra persona la cuál confía en mí... Y no por un simple calentón voy a dejar que esa confianza se convierta en desconfianza.

Mónica escuchaba atentamente mientras pensaba en Luca; siendo sincera, pensaba más en Luca que en atender a lo que decía Luz.

Mónica: Sí, sí, está bien. No te preocupes por eso, ¿Okey? Ya... Ya dejaré de hacerlo.- Desvía lentamente su mirada y lleva una mano a la cobija que cubría su cuerpo-.

Eso... Eso no era basta te cierto para Luz. Ahora sabía que tenía que darse mirando a Mónica hasta que ella suspirara; la conoce muy bien. Sabe que es una copia de su hermana y sólo sigue los pasos de ella.

La mano derecha de Gutiérrez comenzó a bajar lentamente por su cuello dirigiéndose a la cobija que la protegía de mostrar su cuerpo a Luz.

La castaña seguía la mano de Mónica, preguntándose qué iba a hacer con ella; se dió cuenta y agarró la muñeca de ella haciendo que la mirara con duda.

Luz: Mónica, no es justo lo que estás haciendo... ¿Acaso no lo ves? Haces cualquier cosa por tratar de seducirme, ¿Crees que no me dí cuenta? Vamos Gutiérrez, ¿De qué va todo esto?

Entonces una mano posó sobre la de Luz.

Y entonces ella cayó.

Mónica había dejado su otra mano sobre la de Luz, causando que la cobija se apartara de ella y cayeron sobre su regazo.

Pobre de la latina. Quería apartar la mirada, pero el cuerpo desnudo y desarrollado de Mónica la tenía en su punto.

La pelinegro suspiró sabiendo lo débil que es Luz en estos casos.

Mónica: ¿Ves Luz? Deja de ser tan ingenua y dame lo que quiero. Al fin y al cabo, estaré aquí por unos meses más y, a lo mejor me voy con una nueva novia; tú.

Ella no respondía. Su mirada estaba perdida y casi se podía escuchar su lenta respiración.

Mónica: Eso es... Sólo fíjate en mí- Susurró ya feliz por lo que estaba logrando.-

Aparta su propia mano izquierda que tenía anteriormente sobre la aquella cobija, y la llevó hacia el rostro cálido de Luz.

Estaba nerviosa. Su mente estaba nublada y su cuerpo se calentaba.

Luz: Y-yo...

Mónica:- Ahueca las mejillas de Luz y la atrae hacia ella- Déjalo ya, Luz, sabes que esto es lo que quieres. Sólo déjame ayudarte con eso- Se enfoca en los labios de Luz-.

I won't hurt youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora