son pololos ➹ rubegetta

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¿como una persona puede tener tanta mala suerte? te preguntarás.

bueno, en realidad el que se pregunta eso, es rubén, el cual está en clase de inglés. y como es trilingüe, no le presta atención a la clase.

¿trilingüe? sí, español, noruego, e inglés. has flipa'o, eh.

pero, ese no era el tema. el tema es, que nunca en su vida había echo un trabajo en pareja, ¿debería asustarse por ello? no sabía, y no le gustaba no saber las cosas. aunque seguramente esto parezca un trabalenguas.

miraba la cara de frustración de sus compañeros, y rió bajo, tal vez él sea el único que sepa inglés. y eso le hace sentir un tanto poderoso.

por suerte, ésta era la última clase.

suspiró, llevó su vista a la ventana, y comenzó a mirar a afuera.

no había nada interesante, solo se veían los demás edificios que son parte de la escuela, parte del campus, y árboles. que estaban muy bonitos por cierto.

entonces escuchó al profesor decir "hasta aquí la clase, pueden ir saliendo", y rubén solo se levantó, tomó su mochila, y comenzó a caminar hacia la salida del aula.

entonces comenzó a pensar, sobre esto de el trabajo en pareja. ¿como se hacía eso?

—¡rubén! tienes una suerte que flipas chaval —dice irina parándose al lado del castaño, con el chihuahua a su lado.

—sí tío, en el trabajo de ciencias me tocó con aurora, ¿y a ti? —le pregunta a irina.

rubén ya sabía por donde venían esos dos.

—con luke, aunque siempre he creído que tiene retraso mental —dice irina sarcástica.

—¿y a ti rubén? ¿con que tocó? —pregunta alex.

—la maestra lo dijo —responde.

—pero se nos olvidó —dice irina.

—pues recuerdenlo —dice sarcástico.

—anda rub, dilo —insisten ambos.

suspira.

—me tocó con samuel —respondió, y supo que ambos chicos se emocionaron.

—ah caray, que cosas ¿no? —dice irina—pues pa' que te toque con tu novio, sí tienes suerte —dice.

—no es mi novio.

—sí, sí, mamadas —murmura alex sarcástico.

—bueno, tenemos que irnos, adiós rubén —dice irina tomando a alex del brazo, mientras lo jalaba a vete tú a saber dónde.

mientras que el castaño, suspiraba. sabía que iban a regarlo por toda la escuela. pero ya ni al caso.

entonces se topó con samuel, quién caminaba tranquilo.

lo pensó una, o dos veces, y decidió ir.

—hola —dice.

samuel pega un brinquito del susto, y eso le causó un poco de gracia a rubén, aunque no lo iba a demostrar.

—hola rub —dice con una sonrisita de lado.

—¿me pasas tu número? ya sabes, para lo de... —dijo tratando de esconder su obvia vergüenza.

por alguna razón, éste tipo de cosas, hacen que rubén sienta una ligera vergüenza. desde que es pequeño, es así.

—vale —dice soltando una risita.