—Está bien —dice.
Bueno, no notaba signos de incomodidad en el castaño, eso es bueno, ¿no?
Él enserio pensó que estaba haciendo una pregunta incómoda. Pero para él caía todo es incómodo, así que seguramente eran cosas suyas.
—¿Enserio? —pregunta.
—Si, igual ya hemos dormido juntos —dice.
Otra vez el sonrojo y los nervios. ¿Le gusta ponerle nervioso?
—Vaaale, pero si te arrepientas todo bien, eh —dice.
Rubén suelta una risita, y asiente.
—Iré al… baño —dice comenzando a caminar hacia la puerta de la habitación del castaño. Este asiente sin borrar su sonrisa, mientras que veía a un Samuel nervioso irse.
Y ya para cuando había salido, Samuel no entendía el porqué.
¿Por qué preguntó eso? ¿Es tonto o le pegan en casa?
Ahora iba a dormir con el chico que le pone nervioso, ¿debía decir “el chico que le gusta”? Ya podía usar ese término.
A cierto, aceptó que le gusta Rubén.
2 crisis al mismo tiempo. ¡Aceptó que le gusta Rubén después de la clase de matemáticas! ¿Por qué ahora caía en crisis? Hace unas horas parecía estar bien con ello.
«Meh, dramático como siempre» se dijo a sí mismo.
Iría al baño, pero no sabe dónde queda.
«Me cago en la leche»
Entre abrió la puerta, y vió a Rubén sentado en su cama usando su celular. Estaba de lado, así que Samuel pudo ver su perfil. E inconcientemente sonrió. Pero era una sonrisita chiquita, igualmente sería mi díficil verla.
Rubén volteó a verlo, y sonrió.
—Queda al fondo a la izquierda —dice con su sonrisa de amabilidad, Samuel rió nerviosamente, y cerró la puerta.
¿Cómo lo supo?; fue lo que se preguntó Samuel inmediatamente al cerrar la puerta. Quizás era que lo tenía escrito en la cara o algo así. ¿Tenía cara de tonto?
¿Por qué se preguntaba ese tipo de cosas?
Ah, tal vez porque si es verdad que es un tonto. Pero eso sucedió desde que conoció a Rubén.
O sea que Rubén lo vuelve tonto…
«¡Me cago en la leche, tío!»
Y otra vez el cuestionamiento de porque se molestaba si ya había aceptado que le gusta Rubén. ¿Por orgullo? Solamente lo sabía él. ¿Por qué es tonto? Es una buena teoría, tan buena, qué tal vez es cierta.
«Uhg…» se quejó mentalmente.
Fue hacia el baño, y se encerró allí. Dijo que iría al baño porque los nervios se lo estaban comiendo. ¿Quien fue ese Samuel que le preguntó a Rubén si podían dormir juntos? ¿Era tonto, o le pegaban en casa? Quizás parezco muy insistente con la pregunta. Pero solamente narro lo que nuestro querido Samuel piensa en estos momentos.
¿Ahora debía orinar o algo así? Es que tanto pensamiento le confunde.
—¿Sam? ¿Estás ahí…? —escucha.
—E-eh s-si, claro —responde.
—Oh, vale, es que iba a hacer chocolate caliente, y quería saber si querías —dice.
Un sonrojo apareció en sus mejillas.
Tal vez estaba siendo amable, pero eso le hacía sentir a Samuel… ¿cómo decirlo?
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son pololos ➹ rubegetta
HumorEn el famoso cuarto C, habían 2 chicos, Rubén, y Samuel. Que se caían bien, y al mismo tiempo se caían mal. Estos, entre una confusión entre que era lo que sentía uno por el otro, se harán más cercanos. Y, ¿quien sabe? Quizás si les den la razón a s...