He estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...
¡Despierta! Levántate del centro de tus sueños y comienza a andar. ¡Despierta! Encuentra un escape de ese entorno mortal. ¡Despierta! Comienza a respirar; hazlo lento y siente como tu cuerpo aún vive. ¡Despierta! Toma tu cuerpo desprolijo y dale una nueva oportunidad de ser. ¡Despierta! Abre tu alma y dale un escape del mundo de pesadillas que lo vio nacer. ¡Despierta! Toma ese último aliento y vuelve otra vez. ¡Despierta! Observa el ambiente deplorable que te rodea, y, ¡despierta! toma el control y empuja otra vez. ¡Despierta! Ya tienes tu dosis diaria de fantasía, ahora vuelve al mundo real. ¡Despierta! Ignora el tumulto de las voces y exige un poco más; ahora todo se degrada, no lo dejes marchitar. ¡Despierta! Las luces fallan, pero el corazón aún palpita, sólo concéntrate y vuelve a intentar. ¡Despierta! No estás perdido, aún estamos aquí, puedo sentirte. ¡Despierta! Este no es el sueño en el que quieres vivir. ¡Despierta! Exhala a todo aquello que te posee y vuelve a inhalar cada parte que eres. ¡Despierta! Vuelve a soñarte, sólo una vez más. ¡Despierta! El silencio no significa paz; es la melodía de la muerte asechando. ¡Despierta! Vuelve a ser. ¡Despierta! Vuelve a nacer. ¡Despierta! No te olvides. ¡Despierta! Aquí sigues. ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! Deja de mirar y comienza a observar, mantén tus ojos cerrados y el corazón latente, abre tu alma a este nuevo ambiente, ese que florece para ti; no permitas que duerman tus sueños, y los usurpen con sueños que no te pertenecen. Siéntete y vive; ya es hora de descansar; ya es hora de despertar.
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