Las flores bailan con el viento mientras el sol las alimentas irradiando vida y dando color a lo que es un día. Días; días de vida, es lo que rumora la muerte jocosa en el jardín; ahí, en el verde de siempre que ahora se marchita.
Es cotidiano ver cómo la brisa y los colores traen consigo a románticos invasores que en sus ojos ocultan un anhelo y sus dedos juguetean entre sí sin consuelo, sus pisadas dejan mucho más que huellas; dejan ilusiones. Con una mirada tímida y el torso caído se aproximan a los habitantes de aquel jardín que desprenden el aroma de una bienvenida cálida y mil colores, no es de extrañar ver a aquellas almas visitantes jugando a volar: De puntas con los brazos extendidos y el mentón en el cielo, mientras que en los párpados que ahora visten sus ojos, ver el verde aceituna vivamente marcado, con los pelos de puntas y un corazón estremecido.
El amor es una adicción desconocida, un poema a puño y letra, una fotografía que no esperabas; en la cual la transparencia es todo lo que se aprecia, un viejo álbum de polvo, la despedida del sol y la bienvenida de la luna, de la cual se puede sorprender susurrando a las abejas en el oído a las flores, hablando de lo que todos rumoran, pero desconocen o ignoran. Si cerraran los ojos lo verían; verían el amor, no a un deseo vano de un viernes por la noche, sino a un café cargado de un lunes por la mañana; aquel que te da inicio a un día más, o... un día menos.
Ahora los ojos se desvisten y se ve en ellos la maldad que eres; el como la vanidad te consume internamente; un ser desaliñado que pretende obtener amor a través del dolor, es entonces donde en un acto de cobardía y vileza tomas el tallo de colores y aromas e ilusamente apostando todo a un amor apagas una vida lentamente, recitando la clásica incógnita de amantes vacíos: "Me me quiere o no me quiere".
La vida se marchita en cada pétalo y mientras descienden hacia el perecer con ayuda de la brisa, se sienten libres a pesar de que saben que no volverán; descienden con la satisfacción de un segundo de verdadera vida. Así es como se apaga, y un alma inmarcesible ahora se marchita, por un amor no escrito e inexistente y por un sueño que nadie sueña. - G. LEl amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. - 1 Corintios 13: 4-5.
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El diario de un LOCO con delirios de POETA
PoesíaHe estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...