He estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...
Saber... Siempre he sentido que no sé nada y probablemente eso me haya impulsado a querer saberlo todo. Solía llevar una mirada perdida que temía ver, recorría cada extremo de mi mente mientras aguardaba; pues me hacía sentir a salvo de lo que sé, aún mucho antes de saberlo. Me han cuestionado y a lo que sé, pero soy lo que sé; sé lo que soy, sé lo que doy, ellos no saben, ellos no ven, porque están muy ocupado mirando a donde atacar, pero si tanto quieres saber, te diré lo que sé: Sé que una noche sin estrellas sigue siendo bella; aún sin ellas, sé que la noche cobija los sueños hasta el amanecer, sé que la Luna me acompaña a donde quiera que vaya, sé que el sol cada mañana resplandece para hacerme despertar, sé que un árbol es un hogar; aunque no sea el mío, sé que los pájaros son parte de un coro que canta a la vida, sé qué hay vida después de la muerte y muerte en vida, sé que llorar libera lo que un corazón no supera, sé que cada sueño es un mundo; y creo más cada vez que duermo, sé que el mar maniobra conmigo en él, sé que la arena me moldeará al recostarme sobre ella, sé que la soledad no es la incapacidad de ser capaz; sino la capacidad de apreciar el mundo sin problemas, sé que el mundo no es malo y que todos somos inocentes cuando se trata del delito de alguien más, sé que no existen las malas o buenas personas; tan solo buena gente mala y mala gente buena, sé que el vértigo funciona bien como paracaídas, sé que cuando pierdes siempre ganas y cuando ganas ya has perdido demasiado, sé que el Sol y Luna tendrán su final feliz, sé que los animales van al cielo, sé que mis dientes de leches alguna vez se volvieron perlas, sé que bajo mi cama habita un solitario monstruo, sé que los árboles me guían con su brisa para no desviarme del camino, sé que las flores se alimentan con la algarabía, sé que lo fantástico es más real que aquellos que me rodean, sé que el césped le hace cosquillas a mis pies. Sé que soy un lunático, mi amor hacia la Luna jamás fue un secreto, es perfecta como todo lo que no vemos o hemos dejado de hacerlo, aquel que mira sobre las estrellas es un artista. Sé que al contar hasta diez todo habrá desaparecido; se habrá ido, junto a mi primera vida; mi inocencia. -G.L
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