He estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...
Mi forma de querer es intensa; yo lo quiero todo, pero no me importa nada, y antes de que me juzgues, si es que no lo has hecho ya, te diré que no es lo que piensas; al menos no del todo. Pues, yo; yo soy un nefelibato, sí, así de ingenuo y peligroso, pues, veo las posibilidades de un todo dentro del abismo de lo imposible, y yo nunca me rindo. Mi querer es ambicioso e intenso, casi puedo sentir como quema y en ocasiones duele, pero no es tan fácil, pues, que yo quiera requiere mucho de captar mi atención y mi atención nunca desprende los ojos de mi visión; siempre está caminando, siempre está avanzando. No soy un engreído, si es lo que piensas, pero es probable que sí sea un imbécil, o como me hayas llamado en tus pensares; como dije, yo nunca me detengo, aunque ante los ojos de todos yo nunca me he movido, y es que digamos que soy un amante de la discreción; me gusta el ruido, pero sólo cuando yo lo produzco, pues este es cautivador; mis letras son rebeldes y por lo general nadie está listo para el caos después del punto final, pero mi conflicto no es contra el caos, sino contra la inconsciencia, que insiste en mantenerlo despierto, pues, él también necesita de un descanso. Yo lo quiero todo, pero todo lo que quiero va mucho más allá de la simpleza del materialismos y la superficialidad, tiendo más a lo que tiene que ver con el sentir y el ser y el cómo ser me hace sentir; evito delatarme mientras escribo para no sentirme vulnerable y evitar exponerme de alguna manera, pero lamentablemente todo esto se encuentra implícito; yo quiero escribir, necesito y amo hacerlo, es como proyectar una voz que sólo se oye a través de los ojos; y ya sabes lo que dicen, en ocasiones es una cuestión de sacrificios y sé que como yo necesito escribir alguien en algún lugar necesita leerme e intentar descifrarme, aunque preferiría que se descifraran a sí mismos, después de todo es lo que yo intento hacer por medio del querer, pero en ocasiones simplemente ya no quiero. Yo no quiero que todos me quieran o que tú lo hagas, sólo necesito poseer la capacidad de querer sin temor a nada, dejar de cuestionar a mis letras y a lo que siento y darle libertad a aquello que no expreso, pero dejo impreso en un rincón en dónde no hay opción sólo latidos y corazón. Sí, mi forma de querer es intensa; yo lo quiero todo y no me importa nada, pero aunque lo evite, me importan todos. - G.L
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