He estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...
La felicidad, ¡vaya tema debatible! Bastante comentado e incluso comercializado, aunque no hay que olvidar esa pequeña frase memorable, "la felicidad no se compra". Sé que algunos opinarán lo contrario y se respetan los puntos de vistas por más jocosos que parezcan y en ocasiones increíblemente ridículos, puesto que su concepto va mucho más allá de algo o alguien, pero, ¿qué es la felicidad? Es muy probable que tengas tu propio concepto de felicidad, pues es algo común que cada persona tenga su propio concepto, algunos lo asocian con placer; pero en este caso en particular sería una felicidad efímera, puesto que es algo de un momento, y si bien es cierto, la felicidad como tal también es momentánea; más bien es intermitentemente, porque de alguna forma al no verse presente aún puedes sentir su presencia, así que el placer no es felicidad, simplemente se trata de Oxitocina. Otros la asocian con un círculo social bastante selectivo y de etiqueta, así como lucir bien, dentro de lo que cabe para ellos, ¿no? Algunos con estabilidad matrimonial o en una pareja romántica, familiares, amigos cercanos, "best friends", "BAE", "confidentes", y demás términos superfluos y poco creativos, pero ese no es el tema a tratar ahora. Y no, puesto que la verdadera felicidad no es dependiente; es natural, no existe una garantía que te haga saber con certeza que aquellas personas a las cuales atribuyes tu felicidad estarán permanentemente a tu lado; la felicidad dependiente no es felicidad, sólo es temor a la soledad. También existen quienes le atribuyen su felicidad a los hijos, a los pequeños retoños del hogar, y aunque en este caso en específico es más comprensible, no deja de ser un error, ya que llevar la carga de finalmente hallar felicidad es bastante pesada como para cargar con la de alguien más y esto es crítico cuando ese alguien tiene intereses totalmente diferentes a los tuyos; la felicidad es personal, y la infelicidad no debería ser hereditaria, se trata de personas completamente diferentes en todos los sentidos e igual de independientes en lo que cabe, de tal manera cada una es libre de hallar su propio espacio de felicidad, aunque en ocasiones este sea uno equivocado, pero los errores son parte fundamental de vivir. También están quienes le atribuyen su felicidad a sus logros personales y laborales, y aunque es un placer levantar con orgullo y mostrarle a todos todo aquello que has logrado, eso no te hará feliz, aquello a lo que le atribuyen su felicidad como ya lo mencioné simplemente es orgullo, y no hay nada de malo en esto como lo han estereotipisado, simplemente no es felicidad, así que no hay que referirse a ello como tal y aún peor creérselo, porque aunque lo pintes de mil colores, si es artificial no hay forma de que sea real. Felicidad, felicidad, felicidad... Hay felicidad en lo simple; como ver la película de tu preferencia, comer aquel dulce que tanto te gusta o recibir una sorpresa inesperada. Como una caminata reflexiva al aire libre, una conversación amena u observar una foto de algún momento feliz. En momentos hilarantes en donde no puedes dejar de reír hasta el punto de dolerte el abdomen, al aprender algo nuevo y al reconocer lo increíble que eres. Hay felicidad en lo simple, así que te diré lo que sé, la felicidad real yace en nosotros, es algo inherente e intangible, aunque parezca vulnerable; nace y vive en nosotros y de nosotros, es sempiterna y astral, de tal manera que incluso cuando no estés sonriendo serás feliz. Así que, ¿qué es la felicidad? La felicidad es vivir y ser, no hay punto intermedio, ni punto y parte, es algo simultáneo y real, como tú y yo, ahora. - G. L
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