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Verme era algo que alguna vez creí que pocos hacían, alguna vez fui quien caminaba con la atención de cada mirada; pero esa realidad se degradó, alguna vez llegué a sentirme invisible y a disfrutar de ello, porque nadie lastima lo que no puede ver. Siempre quise ser fuerte, agarrar cada sentimiento y aplastarlo; desaparecerlo, pero no sabía que para si quiera acercarme a serlo tenía que ver el suelo más de cerca, que por un tiempo fue mi único amigo.
Sé que hay personas que dicen que ciertas cosas no pasan, pero en ocasiones simplemente miramos hacia otro lado y tratamos de convencernos de que con el tiempo desaparecerán, ese miedo que te mantiene despierto cada noche que carcome tu interior y devora tu autoestima, despertando cada mañana viéndote al espejo deseando desaparecer, rogando que todo se detenga al menos un segundo para así poder respirar, contando cada parte de ti que te han hecho creer que debes borrar, practicando cada sonrisa para evitar el desborde de tus lágrimas, tratando de autoconvencerte de que todo mejorará, aunque las ruinas te rodeen hasta el punto de sentirte parte de ellas.
Verme, fue algo que no hice cuando me necesité, porque cuando llegué a aceptar que yo quien siempre estaba bien había pasado por eso ya estaba roto, pero toda la furia que contuve para evitar contaminar mi corazón, esa misma furia fue quien me llevó a reconstruirme dándome la fuerza y el valor con la que pude volver a enfrentarme a cada parte de mi pasado, aceptando que fue parte de mi, pero dejó de serlo hace mucho tiempo, entonces crecí y fui capaz de comprender que la maldad siempre tratará de alcanzarme y aunque no lo quiera la vida es una lucha constante; un campo de batalla lleno de guerreros donde jamás te preguntarán si eres fuerte, simplemente te obligarán a serlo, y fue entonces, después de mucho tiempo, pude conocerme; saber quien soy, pude...
verme. -G. L
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El diario de un LOCO con delirios de POETA
PoesiaHe estado pensando en versos y en ocasiones con ellos converso, me hablan de un lugar en donde los sueños se hacen realidad, donde el dolor es un mito y el sufrimiento un misterio, donde la infelicidad es opcional y en donde nadie tiene motivos para...